Se conocen desde hace muchos años y la complicidad surge de inmediato apenas cruzan el portal de ingreso al diario. Tampoco hay camiseta que los separe; el abrazo es infinito y se lanzan algunas cargadas. "Te ha tocado un lindo rival, yo lo hubiese querido", le dice Luis Vila, vicepresidente de Gimnasia; a Ignacio Berrios, Presidente de Independiente Rivadavia; y completa: "mi miedo era Platense, el mejor equipo del torneo". El Doctor, rápido de reflejos, acompaña: "tiene jugadores de otra categoría, pero ahora puede pasar cualquier cosa". Así inicia una entrevista que se extenderá por más de una hora y recorrerá las emociones de ambos clubes.
-Quien los escucha hablar inmediatamente se da cuenta que miran mucho fútbol…
V-Obvio; miro todo: Barcelona, algún partido de la liga inglesa, partidos del ascenso para conocer rivales nuestros…
B-El fútbol es parte central de mi vida. En casa tengo una cancha y con un grupo de amigos hace 35 años jugamos todos los sábados.
-¿Cómo vivieron las últimas fechas?
V-Cumplido el objetivo de esquivar el descenso, la angustia mutó en expectativa. Tuvimos una mala experiencia hace unos años cuando subimos y bajamos casi de inmediato. Ahora, volver y llegar al Reducida genera mucho en nosotros como dirigentes y en los hinchas.
B-Estamos acostumbrados a sufrir los finales de torneos porque siempre peleamos el descenso. Ahora es todo diferente. Estuve nervioso o inquieto, si se prefiere, pero era un momento totalmente diferente. Estaba seguro que íbamos a clasificar y Gimnasia también.
-Tienen un contacto directo con los hinchas, ¿qué suelen decirle?
B-Están todos contentos, pero ese es un humor que pasa muy rápido a otra condición. De la euforia se pasa al malhumor muy rápido. Creo que las dos facetas son desmedidas. El fútbol es un juego y algunos lo viven tan intensamente que pareciera ser algo mayor que eso.
V-Coincido con Ignacio en eso de tener prudencia: el humor cambia muy rápido. Por eso el primer objetivo fue salvar la categoría. Ahora estamos ansiosos esperando que inicie el Octogonal.
-Ambas dirigencias acertaron en la mayoría de los refuerzos: ¿Cómo los eligen?
V-El primer acierto fue haber traído un técnico muy serio como es José María Bianco. Después tenemos una Subcomisión de Fútbol que es la que hace la evaluación de los refuerzos con el cuerpo técnico. Las propuestas surgen desde el entrenador y luego se evalúan las características del jugador y la parte económica. Hay que decir que este año tuvimos ocho jugadores con lesiones de gravedad. Eso nos engrosó el presupuesto de una manera inesperada.
B-Nosotros asumíamos el día lunes y el viernes anterior perdimos con Morón. Asumimos con un cambio de técnico en medio y acertamos, sin lugar a dudas. Cuando hablamos con Gabriel (Gómez) nos dijo lo más sensato: "no hay que cambiar nada, hay que hacer que el equipo se sienta cómodo y sacar los resultados que se puedan". El segundo acierto fue darle todo el poder al entrenador para sumar refuerzos. Trajimos pocos jugadores, con un presupuesto bajo y promoviendo muchos jugadores de las inferiores. La adecuación que hizo el técnico, de acuerdo al presupuesto, fue maravillosa.
-¿Hablan de fútbol con los técnicos? ¿Suelen preguntar cuestiones tácticas?
V-Hablamos para tener una idea de que está pensando. Cuando termina el partido muchas veces charlamos para saber el porque de determinadas decisiones. Cuando la Comisión Directiva se mete a opinar, se retrocede. Uno evalúa en base a resultados, pero en general las charlas son amistosas.
B-Conversamos mucho de fútbol con Gabriel, pero para conocer inquietudes o dificultades a resolver. A veces conocemos de esa manera problemas anímicos o económicos de los jugadores. Jamás hemos sugerido jugador alguno o que juegue de tal manera. Nosotros ni siquiera hemos entrado al camarín.
-Dicen que este país tiene 40 millones de técnicos de fútbol: ¿saben de fútbol los dirigentes de Gimnasia e Independiente Rivadavia?
B-Uno tiene que tener la humildad para saber que no está dedicado a eso como su actividad laboral. Lo que uno debe ocupar es el lugar de dirigente: se debe mirar el fútbol de una manera diferente a como lo ve el hincha. Hoy me preocupan otras cosas desde que inicia el partido: las lesiones, si pasa algo en las tribunas… No quiero ser un erudito del fútbol que crea que su opinión debe ser tenida en cuenta. ¿Qué si sabemos de fútbol? Todos creemos saber muchísimo (risas). Realmente, cuando hablamos con otros dirigentes, nunca estamos de acuerdo (más risas).
V-Todos tenemos dentro un jugador y un técnico, pero si tengo que decir que en la medida en que charlas con un técnico, aprendes cosas que antes no veías: movimientos tácticos y demás. Es cierto lo que dice Ignacio: como dirigentes tenemos que estar atentos a todas las necesidades del cuerpo técnico y los jugadores. Hay que separar las funciones: los dirigentes estamos cerca del plantel, pero no entramos a gritar al vestuario cuando se pierde ni a festejar cuando se gana. Ahora, en la tribuna opinamos con el que tenemos al lado todo el tiempo (risas).
-¿Cómo llevan eso de ser dirigentes de clubes tan grandes?
V-Es difícil porque es una pasión; esto no lo mueve un motivo económico. Hay mucho esfuerzo en esto y así como hay momentos de felicidad, hay momentos ingratos. Es difícil, sobre todo en un contexto económico complicado. Eso demanda esfuerzos, gastos, sacrificios. Muchas veces los deseos chocan con la realidad que toca enfrentar.
B-Comenzamos a ser dirigentes en esta gestión; ninguno había tenido una función específica en comisiones anteriores y eso nos obligó a tener un aprendizaje. Los primeros tiempos fueron muy difíciles para nosotros: teníamos una estructura económica que de repente se derrumbó y tuvimos que comenzar todo de nuevo. Cuando ese temporal amainó, la Comisión Directiva, conformada por gente muy joven, se empezó a ver en nosotros capacidades de conducción que hacen que la carga sea más repartida.
-¿Es el mejor momento de Independiente Rivadavia en la categoría?
-Sin lugar a dudas. Es una euforia enorme lo que estamos viviendo: redes sociales, la calle, la cancha… Es alguien que fue y está volviendo a ser. Somos un club con muchos triunfos y jugadores importantes. Durante mucho tiempo estuvimos lejos de los primeros planos y ahora estamos volviendo. Recuperar eso es algo que nos tiene orgullosos.
-¿Y para Gimnasia?
-La euforia es importante, pero tenemos que ser prudentes y saber que los éxitos son pasajeros. Haber logrado esto en lo deportivo se traslada a otras áreas del club, pero siempre con prudencia, porque si mañana te quedas afuera hay que estar tranquilos.
-¿Qué les genera la palabra ascenso?
V -Es muy linda, pero hay que ser consciente que no solamente es jugar en la Superliga. Implica una estructura muy importante con presencia en AFA, viajes y un presupuesto diferente. Tenemos que evaluar si es o no el momento; como hinchas queremos llegar y ver a Gimnasia jugar en Primera División, pero somos conscientes de que no podemos hipotecar el club. Si las cosas vienen, bienvenidas sean; pero tampoco debemos sentir que fracasamos si no llegamos a ese ascenso.
B-Hay palabras que ilusionan, pero también debemos ser responsables. Se puede hacer un daño mayor que el estado actual del club si somos desmedidos. Muchos clubes han desaparecido por malas decisiones. Todos tenemos la ilusión del ascenso y yo soy el primero que quiere ganarle a todos los rivales, pero es un tema para analizar fríamente, con objetivos claros y reconociendo que el objetivo deportivo tiene que ir acompañado de un sustento económico importante.
-Este año la alegría fue para Gimnasia y la tristeza para Independiente, pero lo que celebramos todos fue que se volvió a jugar el clásico del Parque en una categoría superior…
B-Cuando jugamos en el estadio Malvinas Argentinas, por la Copa Vendimia, fue una fiesta. Con Luis charlamos en la previa y le dije que cuando nos enfrentáramos por el campeonato debíamos hacer la misma fiesta, con ambos públicos. Es maravilloso el clásico; nuestro rival en el fútbol es Gimnasia y Esgrima, sin lugar a dudas. Disputar con ellos un torneo, es maravilloso.
V-Disputar el clásico y que haya sido sin incidentes fue realmente emocionante. Después están las gastadas de un lado y del otro, pero son circunstancias de un partido. El fútbol es eso: la pelota que rueda el domingo, celebrar o sufrir y el lunes vuelve todo a la normalidad.
-¿Les gustaría jugar el clásico en el Octogonal?
V-Obviamente, sería muy lindo vivir un clásico y volver a ganarlo. Desde ya que si queremos jugarlo.
B-No solamente me gustaría, sino que lo deseo como todos los hinchas de la Lepra. Sería un enfrentamiento que exaltaría aún más el fútbol mendocino; un acontecimiento sin igual en la provincia.
-Hay un penal para definir el ascenso a Primera División, ¿Cómo lo patean?
B-A pesar de que sea por el ascenso, pateo arriba, al ángulo, a colocar (risas).
V-Yo soy un cuatro rústico: le pegaría fuerte al medio (siguen las risas).
Perfil
Ignacio Berrios
71 años Médico Casado con Beatriz
Hijos: Ada, María Celina e Ignacio.
Nietos: Santiago, Bruno, Facundo e Ignacio.
Luis Osvaldo Vila
61 Contador Público Casado con Vilma
Hijos: Carolina, Gonzalo y Abril “Mi primera nieta viene en camino y se llamará Emilia”.