Esta semana el fiscal federal Fernando Alcaraz trabajará sobre el expediente que le llegó desde la Justicia provincial, con la denuncia de una joven haitiana contra el juez de Paz de Santa Rosa, Hugo Leonardo Torino.
De acuerdo a lo que se conoció desde los estrados federales se girarán las actuaciones al organismo que trabaja sobre los casos de trata y cuando ellos lo determinen conveniente citarán a la mujer para una declaración testimonial
El expediente iniciado la noche del pasado 30 de mayo, ingresó a la fiscal Mónica Romero, quien sin imputación lo derivó a la Justicia Federal, ante la sospecha de que la joven que ingresó al país, primero y a la provincia después, lo hizo en carácter de turista.
Según trascendió la joven llamada Jazmine, de 29 años (cumplidos el 12 de marzo), conoció al juez en un viaje que el magistrado hizo a su país. Esa relación -de hace 2 años- se extendió en el tiempo aquí en la provincia y como resultado de ella la pareja tuvo una hija que hoy tiene 10 meses.
La joven vivía una casa sobre un terreno donde residía el magistrado, pero sin compartir la misma vivienda y cursaba estudios en un establecimiento de Guaymallén, con la intención de revalidar su titulo de maestra y aprender castellano (en Haití se habla francés y haitiano criollo) y las últimas semanas de mayo, por una violencia psicológica y económica, lo denunció ante la Oficia Fiscal de Guaymallén.
En ese trámite estuvo acompañada por una mujer amiga y que ahora la tiene contenida en su vivienda, donde se está "recuperando", mientras continúa amamantando a su beba. Según pudo conocer este diario, esta mujer habría sido convocada por el propio magistrado debido a que Jazmine no comía y se notaba su mal estado físico.
Pero que finalmente terminó acompañando a la joven en su denuncia, donde no se habló de violencia física, sino psicológica, sumado al hecho de que el juez "no la dejaba salir a la calle para que haga las tareas de la casa".
Desde los Tribunales Federales se aseguró que la trata de personas, como este caso, no tiene antecedentes en la Justicia local, anticipando que la respuesta al expediente se conocerá, probablemente, esta semana.
Por su parte la Corte de la provincia ya tiene conocimiento de la denuncia por lo que está a la espera de lo que resulte de la investigación para, en su momento, resolver la situación del juez de Paz de Santa Rosa.
"Soy un defensor de los derechos de las mujeres"
A poco de conocida la noticia, el juez de Paz de Santa Rosa, Hugo Leonardo Torino, hizo llegar una carta, donde reclama su derecho a réplica y donde tras señalar que “soy un hombre de derecho y defensor de los derechos de las mujeres...”.
Para después explicar que “Mi ex pareja, Jasmine, a quien dediqué desde que vino de Haití mi vida, mi amor y extremos cuidados médicos por sus ocasionales problemas de salud, incluyendo una debilidad por falta de apetito, los últimos meses, hoy denunciante (por razones que alguien puede imaginar pero desconozco, y me apresto a cumplir con la alta cuota alimentaria que ella ha solicitado) ha formulado un planteo judicial del que surgiría la invocación de una especie de maltrato psicológico no especificado claramente, relacionado con sus posibilidades de crecimiento personal y relacionarse normalmente con la sociedad, o con el trato verbal que ha recibido en su relación conmigo.”
Agrega más adelante que “he promovido de muchas maneras y con extremo amor el respeto a su raza y origen cultural, y hemos hecho, por mi propia iniciativa, reuniones sociales por las fiestas patrias haitianas, actividades en colegios para difusión de la cultura haitiana, y hasta el punto que el ex embajador de Haití en Argentina llegó a sugerirme la posibilidad de designarme Cónsul de dicha nación en Mendoza, posibilidad que no acepté debido a mi función.
Cerrando su descargo al señalar “La Justicia, frente a los cada vez más frecuentes casos de tratos indebidos en cuestiones de género, se mueve con prontitud y adopta medidas preventivas con la mayor celeridad, y en la mayoría de los casos, como éste, sin escuchar al presunto acusado antes, lo cual es comprensible dada la situación social planteada, donde la mayoría de los casos las denuncias resultan certeras. Sin embargo, como en cualquier problema humano, no siempre lo que dice quien dice ser víctima, es cierto".