Tsukiji es célebre por su subasta de atunes y Japón -el mayor consumidor del mundo de este espécimen- hace de este evento, algo digno de ser admirado.
En una provincia de montaña como la nuestra, más de un mendocino conocerá a este pescado sólo en su versión enlatada, pero lo cierto es que el atún no sólo es un pez de importantes proporciones, sino que fresco ostenta un color rojo profundo tan insuperable como único.
Antes de la subasta, los atunes se exhiben enteros. Cada pieza posee un corte transversal que permite constatar la grasa y el grosor de la carne. Se separa una única rodaja para que los posibles compradores puedan examinar su calidad. Solemnes -con linterna y anotador en mano- los operadores inspeccionan minuciosamente los atunes.
Guiados por su instinto y su experiencia, con un vistazo ya saben lo que están dispuestos a pagar. ¿El precio? Depende del día y de la pesca, pero hay récords que superan el millón de dólares por un atún cuyo peso puede rondar los 200 kilos ¡Increíble pero cierto!
Suenan campanas y comienza la subasta. Un hombre subido a una pequeña plataforma empieza a cantar enérgicamente los precios hasta que el ininteligible parloteo concluye con la aparición del mejor postor. Así se suceden los lotes y 25 minutos más tarde el ritual ha terminado. Vendedores y compradores se disgregan; el día recién comienza y las adquisiciones deben ser llevadas sin retrasos a los respectivos restaurantes.
Viajeros y curiosos son bienvenidos en este particular espectáculo que se repite cada día –a excepción de los domingos- pero con una condición: madrugar. Y es que la subasta comienza a las 5.25 y posee un cupo limitado de 120 espectadores –divididos en dos grupos- razón por la cual los interesados comienzan a llegar alrededor de las 3.00 para asegurarse su plaza. Imprescindible llevar abrigo, ya que la estructura metálica del mercado hace al interior gélido.
Si lo de despertar temprano no es lo suyo, no hay que desanimarse. Puede acudir directamente al mercado y es que visitar Tsukiji –de una manera u otra- es una postal que bien merece llevarse consigo el visitante.
Con un mercado interior -Jonai shijo- dedicado a la venta mayorista y uno exterior -Jogai Shijo- orientado al comercio minorista, el viajero intrépido hará de vagar por sus pasillos un delicioso paseo.
El Tsukiji es ideal para descubrir ingredientes, platos y sabores. Sumergirse no sólo en la gastronomía nipona - vende 2 mil toneladas de pescado diario- sino también en su ritmo cotidiano, aquel donde se congregan pescadores, vendedores, dueños de lujosos restaurantes, sibaritas y amas de casa.
La recomendación: sentirse como uno más y desayunar sushi. La relación precio calidad bien vale la pena.
Información
Tsukiji
5 Chome-2-1 Tsukiji, Chuo, Tokyo 104-0045, Japón.
Subasta de atún. Todos los días a las 5.25 a excepción de los domingos. Se recomienda llegar alrededor de las 3 para asegurarse plaza.
Entrada: gratuita. Ingreso limitado, 120 personas.
Alguna películas donde apreciar el Tsukiji:Jiro Dreams of Sushi (2011, David Gelb)
El Mapa de los Sonidos de Tokio (2009, Isabel Coixet).