Se llevó las miradas, las selfies, las fotos y las entrevistas. Jesús Méndez fue el verdadero protagonista en la tarde lasherina. El volante que se sumó para jerarquizar el plantel del Deportivo Maipú tiene una trayectoria envidiable en el fútbol de Primera División de AFA, donde vistió las camisetas de River, Boca, Independiente, Vélez, Rosario Central y la Selección argentina, entre otros.
En febrero del año pasado, a los 34 años de edad y con contrato vigente con Vélez, el nacido en Chapanay anunciaba su retiro del fútbol. Hace un mes, luego de arreglar su regreso al fútbol con la camiseta del Cruzado, explicó las razones que lo llevaron a abandonar el fútbol y le apuntó a Heinze, quien era su técnico en Liniers. "Me sacó las ganas de jugar. No la pasé muy lindo. Tenía 6 meses más de contrato y lo rescindí. El día a día era insoportable", había disparado.
Ayer, luego de jugar su primer partido oficial en el fútbol mendocino (cuando era pequeño jugó en Mundo Nuevo y Oriental Argentino, ambos de la Liga Rivadaviense), expresó: "Me sentí bien. Por más que no sea Primera de AFA, el fútbol es difícil en todos lados. Si no corrés, no podés jugar. Esto es especial porque es en mi provincia, donde nací. Se me dio la oportunidad de venir a Maipú y estoy agradecido a los dirigentes, al cuerpo técnico y a mis compañeros, que confiaron en mí". Sobre el cariño que le demostró la gente, afirmó: "Yo salí de acá y siempre hay que ser humilde. Tuve la suerte de jugar en un par de equipos y nada más. Después, la vida continúa y somos todos iguales".