El nombre de José Luis Crivelli no es uno más en el ambiente ovalado de Mendoza. Es que el “Tano” como lo conocen en todos los clubes fue uno de los responsables de obtener la única estrella que tiene el seleccionado mendocino en el Campeonato Argentino.
Hoy, más espectador que entrenador, José Luis Crivelli recordó cómo fue a que torneo de 2004 en el que Mendoza sólo cayó ante Buenos Aires.
“El seleccionado previamente a que lo entrenara yo, lo hacía Ricardo Genoud, tenía buenos jugadores pero el último campeonato que había jugado no había sido un buen porque zafaron del descenso en el último partido donde le ganaron a Mar del Plata. Previamente a eso, Ricardo, había avisado que iba a dejar de entrenar y ‘Lupín’ Lizarraga me pidió si yo lo podía entrenar y yo le dije que le respondía antes del partido ante los marplatenses y finalmente la semana anterior le dije que me hacía cargo, más allá de cualquier resultado, todavía no sabíamos si jugaríamos el ascenso”.
Y agregó: “Empezamos a trabajar de una manera diferente con Gabriel Bertranou, que al principio costó, porque antes cuando terminaba la actividad de los clubes, se empezaba con el seleccionado y por ahí había poco tiempo para trabajar y entonces con Gabriel como queríamos imponer una pauta de juego determinada, lo primero que hicimos fue armar un plantel numeroso y explicarles cual iba a ser la pauta de juego que nosotros pretendíamos. Comenzamos a hacer un entrenamiento cada quince días pero ya para ir introduciéndolos… Nosotros no querías alterar la actividad de los clubes, entonces nos juntábamos cada tanto y entrenábamos lo que pretendíamos hacer y de esa manera cuando ya estábamos todos abocados al seleccionado, los jugadores ya sabían lo que queríamos hacer y cuáles era los márgenes de los entrenamientos y tuvimos la suerte de que a fines de ese año, que fue en el 2002, se realizó un torneo que se llamó Súper 9 porque eran equipos regionales es decir Mendoza también incorporaba a jugadores de San Juan, La Rioja y de Neuquén, nos fue muy bien y terminamos perdiendo en la final con Buenos Aires que tenían muchos Pumas ”.
El “Tano” hace un break al relato de aquellos tiempos para meter un poco de actualidad, comparado con aquellos días: “Yo si tenía alguna diferencia con Gabriel (Bertranou), la charlábamos entre nosotros, y dábamos una idea. El mensaje de un staff técnico tiene que ser uno. En un seleccionado no hay que quedar bien, si tienen que jugar los 15 de Los Tordos o de Liceo porque son los mejores y tiene que ser así… Nunca va a suceder porque hay muy buenos jugadores en todos los clubes”.
Primer año de competencia
“Me acuerdo que el primer partido del año 2003 fue contra Salta y perdimos que era el partido que teníamos que ganar de visitante y perdimos. Fue muy dura la vuelta por haber perdido el partido que debíamos ganar y porque ellos recién ascendían, pero después nos empezó a ir bien porque le ganamos a Tucumán y a Rosario, ya teníamos una pauta de juego definida y perdimos el último partido con Córdoba y terminamos saliendo terceros que para como veníamos, era bastante bueno”.
El año de la gloria
“En el año 2004 se suma al plantel Federico Méndez que venía de jugar afuera y sin dudas era un aporte importante y tuvimos mucha suerte porque teníamos un buen plantel, con buen recambio pero no muy numeroso y no tuvimos casi lesiones y jugamos la mayoría de los partidos con el mismo equipo. Creo que dos veces cambiamos, una vez jugó Zelada por Arnut y la otra pusimos a López Fontana y sacamos a Ale Bär, pero creo que nada más. El equipo jugó un gran rugby porque nosotros teníamos muy buena obtención en las formaciones fijas. Jugamos un rugby atacante y basamos todo en la obtención porque si vos no tenés la pelota es muy difícil ganarle a un equipo que es igual que vos y si es mejor, es imposible. Si vos tenés la pelota igual podés ganar o perder, cuando jugás contra un equipo mejor tenés que tener la pelota más que ellos por ejemplo nos pasó con Buenos Aires en el 2005 que tuvimos la pelota más que ellos y le terminamos ganando y eso que ellos tenían muchos Pumas. Me acuerdo que en el año que salimos campeones, jugamos contra Buenos Aires y si ganábamos obteníamos el título, pero perdimos, fue en cancha de Mendoza RC ante un gran marco de público y habíamos ido ganando todo el partido e inclusive cuando el tiempo estaba cumplido. Pero de un line out que gana Diego Álvarez, lo tacklean y el suelta la pelota, ellos la recuperaron y se vinieron de atrás Senillosa, Contepomi y nos hicieron un try de toda la cancha… Yo estaba muerto, estaba tirado en el medio de la cancha, le habíamos dado un paliza en el scrum. De ahí nosotros teníamos que ganar en Córdoba y que ellos perdieran ante Rosario. Ellos perdieron, yo no lo podía creer. Fuimos a Córdoba y ganamos con bonus y fue una felicidad tremenda porque era el único de los denominados ‘cuatro grandes’ que no había ganado un Campeonato Argentino. Después de ganar el título hubo una convocatoria del seleccionado argentino y fueron cinco jugadores convocados: Méndez, Guiñazú, Genoud, Bustos y Higgs que fueron a sudamericano y eso fue producto del buen torneo que habíamos hecho”.
Casi llega el segundo
“En el año 2005, tuvimos que jugar de local en San Juan porque en el partido del 2004 ante Buenos Aires hubo un incidente porque un tipo quiso agredir al árbitro, para colmo el tipo no era del rugby. El tema es que jugamos en San Juan y le ganamos a Córdoba y a Buenos Aires y fuimos a jugar la final con Tucumán que había ascendido ese año y había ganado todos los partidos y allá fue muy difícil con lluvia, cancha embarrada, una tribuna que era tremenda ahí en el Lawn Tennis. Apenas empezó el partido se lesionó Arnut y tuvo que salir, y ya habíamos tenido varias bajas, las de Carrasco y Bustos y salimos segundos”.
¿Qué significó?
“Es la mayor satisfacción que he tenido. Yo entrené 3 años un seleccionado nacional que también es muy lindo, pero haber ganado ese torneo fue una gran satisfacción. Y otras de las grandes satisfacciones fue haber tenido de jugadores a mis tres hijos (Nacho, Lucas y Juan) y en algún partido jugaron juntos un mismo partido”.
Sobre Fede Méndez
“Federico es el único jugador que podía jugar en los tres puestos de la primera línea en cualquier equipo del mundo, sin dudas. Un tipo con una fuerza, gran jugador y agresivo en el buen sentido. Yo nunca tuve problemas con él, ni con ninguno”.
La anécdota del capitán
“La elección del capitán me ocasionó un disgusto con Fede Méndez, que en realidad en ese momento era el jugador más destacado que tenía Mendoza, pero no estaba en el seleccionado cuando se hizo la elección en campo Los Andes, con el ejército y elegimos y salió Bustos y Federico estaba no me hablaba y cuando fuimos a Salta hablamos y lo arreglamos. Germán era buen capitán, tipo tranquilo y Federico era un líder. Lamentamos mucho cuando se fue Germán, porque nos dejó medio rengos pero no se iba a perder la oportunidad de jugar afuera”
El equipo que salía de memoria
“La primera línea era Guiñazú, Arnut y Méndez; Nasazzi y Ongay alternando con Diego Álvarez, después la tercera línea era muy buena porque el seis era Viazzo, el ocho era Barni que explotó ese año, jugó bárbaro y Fede Genoud que era un talentoso, con un gran line out tanto que le ganamos en esa formación a los rosarinos que tenían a Bouza… En el scrum éramos los mejores, le gamos a todos. Después afuera teníamos de medio scrum a Carrasco, un jugador muy inteligente y el ‘Man’ Bustos que estaban en un gran momento, un jugador importante, con buen pie e inteligente; después los centros eran Alfonso Villanueva, un gran distribuidor de juego y Julián Saa que no estaba en planteles anteriores, y afuera los wingers eran Leopoldo Villanueva y Ferni Higgs y atrás Ale Bär que al principio era un poco resistido, pero para mi era un jugador extraordinario porque tenía un contraataque bárbaro, era chico y la gente opinaba pero nosotros los mantuvimos”.
