Maxi Salgado - Editor de Más Deportes - msalgado@losandes.com.ar
A pocos meses de dejar la presidencia, el Frente para la Victoria abre el paraguas y quiere hacer una reforma de la Ley del Deporte, la que para muchos es una jugada para quedarse con el manejo de la actividad.
Principalmente porque se propone “la creación de un ente autárquico, con rango de Ministerio o dependiente del Ministerio de Desarrollo Social que mantenga el rango de Secretaría, pero compuesto con sentido y participación federal de la comunidad deportiva a través del Consejo Nacional del Deporte (Conade), los Consejos Regionales y los Consejos Municipales, como así también las Confederaciones de deportes provinciales y nacionales para definir la política nacional”.
El hecho de hablar de un “ente autárquico” es lo que ha prendido una luz de alerta en los distintos estamentos.
Lo llamativo es que Claudio Morresi, que estaba en contra de estas propuestas cuando era secretario de Deportes de la Nación, hoy es uno de los que más bregan por la modificación, que es liderada por el diputado santacruceño Mauricio Gómez Bull, quien además es presidente de la Comisión de Deportes de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.
La Ley del Deporte fue promulgada -en 1974- durante el gobierno de Juan Domingo Perón, y obviamente debería sufrir algunas modificaciones porque todo ha cambiado en más de 40 años.
Otro de los puntos muy resistidos es la creación de la Asignación Universal por Deporte, la cual se asociaría a la Asignación Universal por Hijo, destinada a la cuota social de clubes, escuelas deportivas o polideportivos a fin de garantizar el acceso a la práctica deportiva de aquellos que tienen menos posibilidades.
La misma sería de 300 pesos y saldría, obviamente, de las arcas de la Anses. Según las cuentas que sacan desde la oposición, el monto anual destinado a ello sería de 3.000 millones de pesos, teniendo en cuenta que los chicos en condiciones de recibirlas son cerca de 800.000.
“Escuché que con esta nueva ley se le quiere dar plata a los padres para que manden a sus hijos a hacer deportes. Yo creo que está mal, lo que hay que hacer es darles plata a los clubes para que ellos se acerquen a los chicos. Que cada club tenga una movilidad para buscar a los nenes, por ejemplo”, comentó la boxeadora Yésica Marcos, graficando los argumentos que muchos tienen para estar en contra de la implementación.
Otros de los puntos que están en discusión son:
"La reforma de los estatutos de las asociaciones deportivas incluyendo un cupo femenino en las comisiones directivas, un cupo para jóvenes dirigentes, para minorías políticas y para sectores que integran las diferentes disciplinas deportivas (deportistas, técnicos y árbitros) en la conducción de asociaciones, federaciones y confederaciones provinciales y nacionales, con el objeto de lograr mayor participación en la toma de decisiones en aquéllas".
Este punto parece de difícil implementación en el corto plazo. De hecho hoy (por ejemplo) casi ningún club de fútbol tiene a mujeres en sus comisiones directivas.
Lo que asoma como interesante es la propuesta de “un marco provisional impositivo para los agentes del deporte (deportistas, técnicos, árbitros, entre otros)”. Aunque todavía no hay mayores precisiones al respecto.
Mientras que Mendoza está preocupada por los gravámenes que se proponen para el alcohol y el tabaco. De allí saldrían los fondos para la creación de un ente para el desarrollo de la infraestructura deportiva y la decisión se basa en que ambas industrias “interfieren con la salud de las personas”.
Hay quienes aseguran que esta decisión hará que sea muy difícil conseguir el apoyo de los bodegueros y que de esa manera no se protege a una industria que para Mendoza es fundamental.
La discusión está planteada. Por ahora, la modificación ha sido recibida con mucho agrado en la mayoría de las provincias y resistencia sólo en Mendoza. “Es una lucha que está perdida, pero hay que darla”, aseguró uno de los referentes deportivos locales.