La mujer, las mujeres y las otras 

La mujer, las mujeres y las otras 
La mujer, las mujeres y las otras 

Desde comienzos del siglo XX, la mujer ha luchado mucho para poder desprenderse de la tiranía machista que la obligaba a una vida de paridora. Esta sujeción era una forma de poderío sobre la mujer y una necesidad de detener u ocultar sus cualidades.

Una de las diferencias básicas entre el hombre y la mujer, es que el hombre puede  resolver un solo asunto aislándose del resto. La mujer en cambio, es más abarcadora, ya que si bien resuelve un problema de trabajo, a la vez, es consciente de las emociones, la preocupación de los hijos, del ambiente de trabajo. O sea, es parte de las circunstancias, los actores y el momento en particular.

En su evolución, en un primer momento equivocó el camino. Imitó al hombre pensando que defendía su derecho a actuar en el mundo, pero no era así. La segunda y tercera  generación, en cambio, tomó más conciencia de la cualidad femenina y cómo defender sus derechos. Si ella por ejemplo, quiere ligarse las trompas ¿por qué debe tener el permiso de su marido?, como también si decide hacerse un aborto.

En el momento en el que apareció la pastilla anticonceptiva se habló de la liberación de la mujer, cuando en realidad es la liberación del hombre porque puede tener relaciones en cualquier momento sin atender los cambios de la mujer y  así no usar condón. Lo irónico de la situación es que primero se descubrió la pastilla para el hombre y luego se decidió formarla para la mujer.

Otro concepto que surgió a mediados de siglo es que las mujeres no podían ser amigas ya que competían  por un hombre. Sin embargo el servidor bien se sirve y el servido no puede servirse, es decir  la mujer realiza las tareas domésticas para que el servido (hombre) tenga todo listo. El hombre necesita hacer un cambio profundo en su vida para poder resolverlo.

Ahora aparece otro problema que va en contra de la mujer: la transformación plástica del hombre para ser mujer. ¿Es real? El hecho que pueda ponerse tetas, elemento mítico y sexual, no convierte al hombre en mujer porque no hay cambio glandular, la tiroides, si no se hace una ablación completa con el implante de ovarios y matriz.   
 
Prof. Adela Díaz López

DNI 4.378.688

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