La creatividad y la innovación son dos elementos que han interactuado en conjunto con el entorno empresarial desde hace bastante tiempo. Lo fundamental refiere a lograr que los mercados sean cada vez más competitivos. Para ello, tanto la innovación como la creatividad tienen un papel protagónico a la hora de que las organizaciones puedan desarrollar ventajas competitivas para mantenerse con éxito en sus emprendimientos.
Innovar y ser creativo son cada vez más populares en el ámbito empresarial, en el que abundan cursos, diplomaturas y congresos que brindan herramientas para conocerse y emprender. En este escenario, Roberto Bataller (director del Instituto de Neurociencia) y Sebastián Laza (economista) dieron inicio a la diplomatura en Neurociencia aplicada a la Gestión y la Economía.
La idea de esta diplomatura parte del estudio de la neurociencia cognitiva sumada a las ciencias económicas como una base latente para comprender lo que nos rodea desde un punto de vista diferente. No obstante, ambos docentes reconocen que este estudio se encuentra muy ligado a las ciencias sociales. Además, se encuentra atravesada por el marketing, el liderazgo, los equipos de trabajos, la planificación estratégica, las finanzas, entre otras, lo que lleva, según ellos, a que la diplomatura se innove constantemente.
Bataller explicó que la creatividad y la innovación dentro del área de la neurociencia están emparentadas y asociadas con la plasticidad cognitiva, es decir, con la capacidad que tienen las personas para formular las definiciones de la realidad, sobre todo las que son cada vez más complejas. Esto permite abordar lo que sucede, interpretar la realidad y generar las respuestas.
Laza aclara que esta diplomatura no está dirigida solo a universitarios, ya que hay muchas personas con grado universitario que sienten la necesidad de trabajar en escenarios complejos y sistémicos, como aquellas que tienen personal a su cargo, por ejemplo.
Es muy importante entender la diferencia entre innovación y creatividad, ya que hay una confusión en este sentido. El creativo dice el qué, mientras que el innovador dice el cómo. Es necesario unir estos dos elementos para que no queden como simples ocurrencias, asegura Bataller.
Innovación empresarial
La creatividad y la innovación se constituyen como herramientas diferentes, pero que por lo general tienen que trabajar en conjunto para provocar la generación de cambios dentro de la organización y, en consecuencia, lograr una mayor conexión con los clientes. Por lo tanto, es necesario que las empresas o emprendedores procuren un pensamiento innovador y creativo que les permita desarrollarse tanto de manera vertical como horizontal, y crear así un producto competitivo y diferenciador de la competencia.
Las organizaciones en general y los emprendedores en particular están dándose cuenta de que no alcanza con tener buena predisposición, motivación, proactividad y ganas, sino que falta un factor más importante, que es la competencia. Si la competencia es muy baja, el resultado particular va a ser muy pobre, por lo que se pierde la motivación.
"Esencialmente, ningún problema operativo se resuelve desde lo operativo", destacó Bataller. "Los argentinos estamos cansados de 'atar con alambre', porque somos muy buenos atando con alambre y es este nuestro peor fracaso. Hemos calificado como muy bueno lo que es nuestro peor fracaso", concluyó.