El arquero de la selección argentina, Sergio Romero, aprovechó sus horas libres luego de ganarle a Chile en el Monumental previo al viaje a La Paz y se acercó al Cilindro de Avellaneda para ver a Racing frente al Tomba.
Chiquito, quien se mostró amable con el público ante cada requerimiento de una fotografía o autógrafo, llegó acompañado por su mujer Eliana Guercio, quien lo ha seguido a todos los mundiales y las Copa América, y su amigo y ex compañero Gonzalo García.
Aunque terminó ganando 2 a 1 la Academia, Romero sufrió en la platea a la par de los hinchas cada vez que su colega Rodrigo Rey desactivaba el peligro al contener los remates de los delanteros de Racing.
Acaso el Mundial de Brasil 2014, significó un punto de inflexión en la carrera de Romero. Se metió a la gente en el bolsillo cuando se lució en la tanda de penales ante Holanda en San Pablo y llevó a la Argentina a disputar una final de la Copa del Mundo después de 23 años. Tal vez cuando se formaba como futbolista en Comodoro Rivadavia (en la Comisión de Actividades Infantiles) no imaginaba llegar a ser el arquero que más veces vistió la camiseta de la selección nacional, superando el récord que ostentaba nada menos que Pato Fillol, quien alguna vez en Estados Unidos lo elogió en una nota con Los Andes.
En tanto que Gustavo Piñero, alguien que lo conoce y muy bien, aporta: "empecé a entrenarlo a los 15 años hasta que se fue a Holanda. Cuando estuvo allá fui 3 veces a entrenarlo. El trabajo con él siguió en el Pre mundial de Sudáfrica 2010 y también durante la propia competencia. Y por ultimo estuve a su lado toda la era de Tata Martino".
En referencia a Romero, Piñero le había dicho a Los Andes en el marco de la Copa América Centenario en Estados Unidos: "Romero es arquero de selección desde los 15 años. Cada vez que es convocado se olvida si en su club tiene continuidad o no y ataja con gran nivel. "Chiquito" es indiscutible, está afianzado en el puesto y cuenta con nuestro apoyo".
Romero se ha posicionado como un referente en la intimidad de la selección y una de las voces de mando en el vestuario. Y no es para menos. Pero anoche palpitó el partido como un hincha de Racing más, sufriendo cada intervención notable de Rodrigo Rey.
Es que el guardameta de Godoy Cruz exhibió un nivel superlativo. El arquero, que tiene 26 años y contrato con el Tomba hasta junio de 2018, fue la figura del partido a pesar de la caída de su equipo, tuvo intervenciones de primer nivel. El propio Rey lo relató: "le atajé dos bolas a Bou una en el primer tiempo y otra en el tiro libre. También recuerdo un mano a mano exigente con Cerro". El desafío será sostener este nivel en el tiempo.