El primer tramo hacia la capital de Bolivia fue desde Mendoza a Jujuy. Ahí cambié de bus hasta La Quiaca donde crucé a pie el puente que une los dos países. Nadie me pidió DNI. En Villazón conseguí pasaje a La Paz en viaje nocturno.
Casi todo el trayecto discurre sobre caminos de tierra. Mi respaldo estaba roto y no se reclinaba. El micro estaba desbalanceado hacia la derecha. Intenté dormir pero el traqueteo era incesante. A ello sumaba mi esfuerzo para mantenerme derecho y no terminar apoyado en el hombro de mi compañero de asiento.