Cataluña se expone a caer en una recesión económica si la tensión política se prolonga, a la vez que el crecimiento de España en su conjunto podría verse seriamente desacelerado, advirtió el jueves el Banco de España.
Un escenario de tensión política "más severo y prolongado" desembocaría en "una recesión de la economía catalana durante buena parte del periodo analizado", es decir desde finales de 2017 hasta finales de 2019, estimó el banco central en un informe.
El crecimiento previsto para la economía española para ese periodo sería un 60% inferior a las previsiones actuales, para un impacto de unos 2,5 puntos porcentuales.
En un escenario más optimista, con un clima de tensión solamente "transitorio", el impacto en el PIB sería únicamente de 0,3 puntos hasta finales de 2019.
El Banco de España no modificó por el momento sus previsiones de crecimiento oficiales para el PIB español, estimado en +3,1% en 2017 y +2,5% en 2018. El gobierno de Mariano Rajoy ya revisó a la baja sus cálculos para 2018, a 2,3% contra 2,6% esperado anteriormente.
El banco central advierte sin embargo del riesgo de una "pérdida de confianza" de las familias españolas, que podrían decidir ahorrar y posponer la adquisición de bienes duraderos, como vehículos o viviendas.
Las empresas podrían por su parte "retrasar la realización de nuevos proyectos de inversión", mientras que los bancos otorgarían menos créditos.
"La pronta normalización de esta situación podría mitigar la incidencia de los riesgos para la economía", indica no obstante el informe.
Más de 1.900 empresas han transferido su sede social fuera de Cataluña desde el 1 de octubre, según el último balance del Colegio de Registradores.
Cataluña, que representó el 19% del PIB español en 2016, se disputa codo a codo con Madrid (18,9%) el título de región más rica del país.