Las cartas a los 2 curas, evidencias del descontrol en el Próvolo

Se suman a la misiva que le habían encontrado a Nicola Corradi: una denuncia recibida desde La Plata con la advertencia de irregularidades.

Las cartas a los 2 curas, evidencias del descontrol en el Próvolo
Las cartas a los 2 curas, evidencias del descontrol en el Próvolo

Todo va encaminado para que el pedido de elevación a juicio de la causa Próvolo se resuelva esta semana. El 27 de mayo vence el plazo de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), y es el tope que tiene el fiscal Gustavo Stroppiana para efectivizar dicha solicitud en el caso que investiga la presunta comisión de abusos sexuales y episodios de corrupción de chicos sordos que estudiaban y dormían en el instituto ubicado en Carrodilla.

La última semana, Los Andes reveló detalles del escalofriante contenido de más de 50 cartas que Horacio Corbacho (57), el más joven de los dos curas denunciados, imputados y detenidos como presuntos autores de los abusos, guardaba en su habitación en el establecimiento ubicado en Boedo 385. En las que, aparentemente, se describirían los episodios de descontrol y promiscuidad que se vivían puertas adentro del Próvolo mendocino.

Los textos forman parte de la correspondencia que Corbacho intercambiaba con un diácono de Buenos Aires -R.J.J.G., según sus iniciales- y son de autoría de este último. Además de versos con rima al estilo gauchesco en los que hace mención -en tono burlesco- a relaciones sexuales con una monja y lo llama "Rubimacho" o "Corborracho", el amigo bonaerense del cura incluye dibujos de hombres desnudos y de penes. Y hasta compara al instituto de Mendoza con un albergue transitorio.

Sin embargo, esta correspondencia comprometedora no es la única que se ha encontrado en el Próvolo desde que comenzó la causa, en noviembre de 2016. Entre tanto material secuestrado, en agosto del año pasado se conoció el contenido de otra carta: una denuncia que había recibido en 2002 Nicola Corradi (el otro cura imputado y detenido).

En ella, un integrante de la sede del Próvolo de La Plata -donde el sacerdote italiano había estado antes de llegar a Mendoza y donde también ha sido acusado por abusos- le pedía que tomara "cartas en el asunto" ante las situaciones de promiscuidad, descontrol e irregularidades que imperaban en el instituto platense. Además, daba claras muestras de los hechos; y la misma denuncia había sido remitida a la sede central del Próvolo en Verona (Italia). Pero nunca salió a la luz.

Las cartas de Corradi

El italiano Nicola Corradi (82) era el regente del instituto religioso de Carrodilla, y fue uno de los primeros detenidos apenas se destapó el escándalo del Próvolo. Actualmente, y dada su edad y estado de salud, el octogenario sacerdote se encuentra con prisión domiciliaria (presuntamente en una casa de Luján) y comparte con Corbacho la imputación como autor de los delitos de abuso sexual y de corrupción de chicos sordos.

El 4 de agosto del año pasado, la Justicia abrió para su análisis algunas de las cajas que contenían material que había sido secuestrado en distintos allanamientos. Y entre estos objetos estaba la documentación enviada por fax a la sede central de Verona, con una copia dirigida a Corradi -ya en Mendoza- de fecha agosto de 2002, firmada por J.G.J. (miembro del Próvolo en La Plata). "Estaba en una de las oficinas de las autoridades, escondida entre otras carpetas", destacó una fuente judicial.

En el escrito, quien le envía la carta a Corradi manifiesta estar preocupado por el regreso al establecimiento de La Plata de un novicio de marcadas conductas promiscuas. Allí sostiene haberse opuesto a la reincorporación del joven seminarista -advirtiendo que ya había intentado ingresar al lugar y a quien habían encontrado viendo páginas pornográficas-, pero destaca que un sacerdote superior había defendido esta vez el reingreso.

El remitente de la carta en cuestión explica además a los superiores del Próvolo (entre ellos Corradi) que fue el arzobispo emérito de La Plata, Carlos Galán, quien le había aconsejado escribirles para ponerlos al tanto de la situación.

Y hasta resulta llamativo que J.G.J. manifestara haberle anticipado ya al cura italiano sobre estas situaciones extrañas, al tiempo que le reprocha no haber hecho nada al respecto y le insiste con que "tome cartas en el asunto".

En uno de los apartados del escrito, el remitente se explaya sobre las "conductas desviadas" del seminarista que él mismo cuestiona (de nombre Gerardo), y copia una canción que -en tono de burla- usan en la intimidad del instituto de La Plata para identificar al joven novicio (ver foto en esta página).

Con la música de un conocido tema de la banda tropical Los Sultanes, el texto evidencia la promiscuidad y perversión del ambiente y de las conductas del seminarista, a quien -según se lee en el documento- habían bautizado como "la secretaria de Lady Di" (Lady Di sería el apodo de uno de los sacerdotes del Próvolo platense).

En otro de los párrafos, el autor de la carta a Corradi también hace referencia a algunas irregularidades en la administración de ropa y comida que deberían haberse entregado a los niños que estaban en el albergue de La Plata. Concretamente, acusa a las monjas de dejar 578 pulóveres guardados y de "vender la ropa que nos entra en donación por 2 o 3 pesos". Asimismo, resalta que les sirven a los chicos alimentos ya vencidos.

Esta última afirmación tiene una estrecha vinculación con lo que habría ocurrido en Mendoza, ya que muchas de las víctimas destacan que en la sede de Carrodilla padecían lo mismo.

Las cartas de Corbacho

Horacio Corbacho (57) también es sacerdote y se desempeñó en el Próvolo de La Plata junto a Corradi. Actualmente se encuentra detenido en el pabellón 5 de la cárcel de Boulogne Sur Mer, imputado como autor de los mismos delitos.

Y sobre él recaen algunas de las denuncias más graves, como por ejemplo la de una joven que lo acusa de haberla violado en su habitación (la del cura) mientras ella estudiaba y dormía allí, luego de que la denunciante fuera a entregarle un canasto con tortitas que habían preparado en el taller de cocina. Aquí también se denuncia a la monja Kosaka Kumiko (otra de las imputadas, con prisión domiciliaria) por haberla "entregado" al cura.

En otro de los allanamientos en el Próvolo mendocino, la Justicia secuestró cerca de 50 cartas que le habían enviado al cura más joven.

La correspondencia estaba en un baúl, en la habitación del sacerdote, y data de entre 2003 y 2008. El remitente se burlaba del ambiente de promiscuidad y descontrol en que -aparentemente- se vivía en el instituto, e incluía dibujos de hombres desnudos. “¿Nunca pasó una pareja por ahí con un auto y pidió un turno? Porque ese lugar donde estás vos parece un albergue transitorio”, acota en una de ellas.

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