Ayer no se pudo ganar y ahora la Lepra se juega todos sus porotos en el último duelo de la temporada, ante Santamarina de Tandil, en el estadio Bautista Gargantini. “Hay que ganar”, avisaban ayer los protagonistas al pasar.
Y la frase no solo era de rigor, sino más bien marcaba una idea que ronda la cabeza del cuerpo técnico y los jugadores: ganando, los mendocinos se aseguran un año más en la categoría.
Si suma de tres, la combinación de resultados que deben darse para condenarlo es demasiado complicada, aunque no imposible. La Lepra deberá jugar con la oreja pegada a la radio para saber que sucede en Santiago del Estero, donde Mitre recibirá a Los Andes; en Carlos Casares, donde el local recibirá a Juventud Unida de Gualeguaychú; y en Caballito, donde Ferro enfrentará a Nueva Chicago.
Solamente en caso de que los santiagueños, los entrerrianos y el Torito ganen sus respectivos partidos la Lepra perderá la categoría aun sumando de a tres frente a los tandilenses.
Sin embargo, parece imposible que esta serie de resultados se encadenen, por lo que, con los tres puntos en el bolsillo, el lunes, en el Parque General San Martín habrá desahogo permitido en todas sus formas.