No, ella no usa un péndulo en su trabajo. Un parto bajo hipnosis tampoco tiene nada que ver con una misteriosa influencia de fuerzas ajenas, dice Claudia Müffler, quien trabaja de partera en el hospital St. Sixtus, en la ciudad alemana de Haltern am See, donde las mujeres pueden optar por dar a luz bajo hipnosis. El objetivo de esta terapia consiste en quitarle el miedo a las mujeres embarazadas y aliviar sus dolores.
"Es un estado de relajación profunda que se encuentra entre el estar despierto y el quedarse dormido", explica la partera. Después del parto, las mujeres son capaces de acordarse de todo, afirma Müffler. Helga Hüsken-Janßen, presidenta de la Sociedad Alemana de Hipnoterapia, lo describe en estos términos: "Muchas mujeres embarazadas comparan la experiencia de un trance con el momento agradable que uno siente poco antes de quedarse dormido".
"La autohipnosis puede ser una medida efectiva para reducir las tensiones y el miedo durante el parto", asegura el ginecólogo Ulrich Freitag. Para conseguir este efecto es muy importante que el terapeuta le dé a la mujer antes del parto las instrucciones necesarias.
Claudia Müffler aprendió la técnica durante un curso de formación de 40 horas impartido por un hipnoterapeuta. Se trata de establecer un vínculo entre ciertas cosas y el estado de relajación, de modo tal que las mujeres por sí solas salgan del estado de hipnosis. En vez de un péndulo utiliza su mano: "A la mujer embarazada le pongo mi dedo por encima de la frente. Ella debe fijar los ojos en mi dedo sin levantar la cabeza". Con este método, las mujeres aprenden a dejarse ir de tal manera que experimentan calor y pesadez.
Durante la preparación hipnomental del parto se ensaya con las mujeres un ejercicio mental de parto. La Sociedad Alemana de Hipnoterapia recomienda que la hipnosis solo la practiquen terapeutas cualificados. El terapeuta debe tener un certificado expedido por una sociedad de hipnosis seria que garantice que el terapeuta haya tenido una formación sólida.
También la Asociación Profesional de Ginecólogos de Alemania insiste en que la hipnosis terapéutica solo la deben realizar psicoterapeutas y médicos cualificados, porque incluso cuando la mujer ha seguido solo un curso de hipnosis para la preparación del parto con la esperanza de activar sus fuerzas, puede ocurrir que "surjan sentimientos y experiencias muy desagradables", advierte Freitag.
En la clínica St. Sixtus, las mujeres que padecen alguna enfermedad psíquica no pueden someterse a la terapia de hipnosis. "Nosotros estudiamos minuciosamente los antecedentes clínicos de la mujer", dice Claudia Müffler, para saber si la mujer sufrió alguna vez depresión o si tuvo experiencias previas traumáticas.
Aún no hay muchos estudios sobre este tema. Los primeros resultados de las investigaciones apuntan a que con la hipnosis es posible quitar miedos y reducir la necesidad de analgésicos, dice el ginecólogo Joscha Reinhard.
Marion Schulze-Efting ha probado el método hipnomental. Durante el curso preparatorio, la hipnoterapeuta usó una y otra vez determinadas palabras clave. "Cuando la partera me dijo que la boca de la madre estaba abierta, entré automáticamente en un estado de trance" relata Schulze-Efting. Ella nunca sintió miedo.
Sin embargo, ¿esta técnica también funciona cuando el propio personal de la clínica no está familiarizado con la técnica? La partera Jana Friedrich tiene sus dudas. Ella tiene un puesto fijo en una clínica de Berlín donde ha tenido contacto con mujeres embarazadas que se habían preparado siguiendo cursos de hipnoparto.
"Yo tenía la sensación de que esas mujeres tenían una lista en la cabeza que les decía cómo tenía que desarrollarse el parto", dice Friedrich.