El sueño del Lobo se desvaneció como una gota de rocío. Una vez más, la misma historia. Gimnasia y Esgrima tuvo todo a su alcance para poder recuperar su lugar en la B Nacional, sin embargo y más allá de un fallo arbitral que lo perjudicó (gol mal anulado a Garay), el equipo de Marcelo Fuentes no tuvo jerarquía, nivel, fútbol y actitud, para lograr el gran objetivo de saltar de categoría y posicionarse una vez más en la segunda categoría del fútbol Nacional.
Le pasó el año pasado en la provincia de Salta cuando cayó ante Gimnasia y Tiro. Allí perdió la chance de lograr el ascenso directo que quedó en manos de Agropecuarios. Luego, se metió en los cruces de play offs y quedó mano a mano contra Mitre de Santiago del Estero. Y también falló y eso que en el juego revancha, al minuto ganaba 1-0. Durante esta temporada, el Lobo pasó la primera y segunda fase casi sin despeinarse. Es más, por momentos, como que sobró el certamen porque en ambas instancias logró la clasificación varias fechas antes. Llegó el pentagonal final y tuvo un inicio formidable. Dos triunfos consecutivos. Todas las fichas estaban a favor del Lobo. Pero, falló en los dos juegos más importantes. El último lunes, empató contra Central Córdoba en el Víctor Legrotaglie y dejó una imagen muy pálida, muy pobre. Tan malo fue lo del Lobo, que el punto que rescató pareció mucho premio. El destino le daba otra chance. El equipo Mensana dependía de sí mismo. Tenía que ganar en Río Cuarto ante Estudiantes y esperar un resultado a su favor, por ejemplo un empate o una derrota del equipo de Santiago del Estero. Pero sucedió todo lo contrario, Gimnasia decepcionó una vez más y toda la alegría fue para Central Córdoba.
Gimnasia y Esgrima no estuvo a la altura de las circunstancias. Le pesó tanto el partido del último lunes en el Víctor Legrotaglie como el de ayer en Río Cuarto. Fue un equipo que por momentos careció de toda idea futbolística. Careció de peso ofensivo, perdió todas las divididas en el medio campo, por ende, no hubo recuperación y se mostró muy frágil en la última línea. Sin embargo, en esas rachas o pasajes positivos que tuvo, no logró materializar esa diferencia en la red de Estudiantes de Río Cuarto. Y en la primera falla defensiva, se encontró en desventaja. Rechazo en falso tras un córner, la pelota volvió al área del Lobo, se durmieron los centrales y el defensor Martín García reventó el arco de Viola.
El Lobo sintió el golpe y le costó reponerse. Pero, se mantuvo en pie y con sus pocas ideas futbolísticas siguió luchando. La suerte le hizo un guiño y fue en la última jugada del complemento, ya que Fernández reventó el travesaño.
En el complemento, el ingreso de Enzo Tejada le dio más otra vorágine a la ofensiva del equipo de Marcelo Fuentes. Llegó el empate del Lobo tras un tiro libre de Garay, pero el asistente número 2, David Luzzi de Rosario, levantó la bandera y cobró una supuesta posición adelantada de Marín, quien no tocó el balón. Increíble. Este falló descontroló al Mensana. Y en el primer ataque a fondo de Estudiantes, llegó el segundo gol del dueño de casa.Centro, pésima salida de Viola y cabezazo de Cainelli. Historia liquidada, más allá del descuento del Lobo. Decepción total. Aunque es imposible tirar la toalla, aún queda una ficha.