Gimnasia y Esgrima se consagró campeón anoche de la Copa Mendoza 2019, luego de golear 3-0 a Huracán Las Heras, con goles de Morales, Garrido y López.
Tanta tensión acumulada en la previa hizo eclosión apenas el juez pitó el inicio del encuentro. Con las revoluciones a mil, unos y otros jugaron con el cuchillo entre los dientes y al filo del reglamento. Por eso no sorprendió cuando Lucero y Alférez se fueron a las duchas antes de tiempo por golpearse. La sanción pareció excesiva para con el defensor mensana, pero intentó marcar un límite a los protagonistas. ¿Funcionó? Para nada. Apenas unos minutos después siguió el mismo camino Barrera. Todo en medio de un juego sin grandes ocasiones, donde el Lobo sacó a relucir la experiencia de un plantel que busca encarrilar el andar en la Primera Nacional.
El desequilibrio llegó desde un remate lejano de Morales, quien reventó el travesaño y picó adentro. El Lobo supo sacarle jugo a la oportunidad más clara que generó apenas pasado el cuarto de hora inicial y a partir de ahí intentó contrarrestar las ganas de un Globo que chocó por impreciso.
El descanso pareció dar paso a la calma. Los espacios permitieron un juego con menos roces y más transiciones. Garrido, de buen partido, apareció con un remate potente que se clavó en el primer palo de Cosentino y comenzó a encaminar un triunfo que tuvo poca o nula discusión.
Huracán LH siguió intentando con algunos arrestos individuales de Juncos, pero en líneas generales no consiguió inquietar a su rival.
Ni siquiera los cambios le dieron otra imagen al encuentro. Las expulsiones resultaron fatales para las aspiraciones del Globo y el 3-0 que anotó López casi sobre el final del encuentro así lo marcó.
Triunfazo del Lobo, que despejó las nubes de la previa y se mostró a la altura de lo jugado.
La figura
Ignacio Morales. Golazo clave para abrir el partido e inteligencia para cuidar el balón. Fue el hombre más desequilibrante del juego