En la jornada de ayer, los pilotos y todos los integrantes de la caravana del Rally Dakar disfrutaron del día de descanso, mientras que la mayoría de los equipos aprovechó para desarmar sus vehículos para dejarlos en condiciones para el resto de la carrera.
Junto al Iveco que lo llegó a tener como líder de la general estaba Federico Villagra. El cordobés comentó que “con Jorge (Pérez Companc) y Andrés (Memi) estamos sextos en la general, a 15’ de la punta. Debería pasar algo adelante para tener esperanzas”.
Por su parte, Lucas Bonetto (vencedor de la etapa del pasado sábado en cuatriciclos) dijo que “a partir de Belén, Fiambalá, San Juan y La Rioja van a ser etapas Dakar y veremos quiénes son los pilotos de cross country”. La general es comandada por Alejandro Patronelli, quien manifestó: “Hasta ahora ha sido difícil y lo será mucho más en los próximos días. Hay que estar muy atento a la navegación”.
“La segunda posición que logré al llegar a Salta me servirá para recuperar posiciones que perdí antes. Estoy contento de seguir sumando experiencia. En cualquier momento se puede quedar afuera, así que ahora habrá que ir con mucho cuidado”, señaló el salteño Kevin Benavides, quien se encuentra quinto en la general de las motos.
Mientras, el mendocino Julio Quiroga expresó que “falta menos y uno se ilusiona, pero hay que estar muy atento. Por ahora, todo marcha como quería”. El motociclista está 68º en la general.
La exigencia no se termina
Hoy será momento de la octava etapa que unirá Salta con Belén (Catamarca). Así, la competencia entrará en la segunda mitad, considerada por organizadores, equipos y pilotos la más difícil.
Los vehículos en carrera, un 90% de los 556 competidores de 60 nacionalidades que largaron desde Buenos Aires y terminarán el próximo sábado en Rosario, disputarán una especial de 393 kilómetros, dentro de una etapa total de 766 hasta la ciudad de Belén.