En la cálida mañana del 18 de noviembre de 1965, arribó al aeropuerto internacional de El Plumerillo el entonces senador Robert Kennedy, acompañado por su esposa Ethel Skokel -quien actualmente tiene 87 años y vive en el Estado de Massachusetts-. Venían de Chile.
El matrimonio fue recibido por miles de mendocinos. Veinte minutos después, los recién llegados subieron a un jeep y fueron acompañados por una larga caravana que partió hacia el centro.
En su recorrido, una multitud salió a las calles para saludar al político estadounidense. Sin despreciar a nadie, Bob y señora estrechaban sus manos exponiendo su seguridad personal. Cuando llegaron a la ciudad, los Kennedy se dirigieron a la sede del entonces Rectorado de la Universidad Nacional de Cuyo, ubicado en la calle Rivadavia y 9 de julio.
Allí fueron recibidos por el rector Carlos Saccone. Después de la visita protocolar, partieron hacia la Casa de Gobierno en donde lo esperaba el gobernador Francisco Gabrielli, quien invitó al senador norteamericano a firmar el libro de oro y pasó luego al despacho del mandatario en donde ambos tuvieron una amena conversación. Desde la Casa de Gobierno, la comitiva partió hacia la Escuela de Comercio Martín Zapata.
Cuando llegó Kennedy, las chicas de todos los cursos explotaron en gritos ensordecedores y rodearon a la figura Bob, quien realizó un discurso a los estudiantes. Desde allí partieron hacia el Golf Club Mendoza. Allí fueron recibidos por el Coro de Niños Cantores de Mendoza, del recordado maestro Víctor Volpe.
Entre otro de los itinerarios programados para los Kennedy fue la visita al monumento del Ejército de los Andes en el Cerro de la Gloria. Allí, en la explanada, el flamante Senador por New York rindió su homenaje al General José de San Martín. R.F.K sorprendió a todos al comentar varios aspecto de la personalidad del General San Martín y su campaña libertadora. Culminó con una célebre frase de Padre de la Patria: "Serás lo que debas ser o no serás nada".
Al finalizar este solemne acto, los visitantes partieron rumbo al barrio John F. Kennedy, -nombre del presidente y hermano del ilustre visitante- de la ciudad capital, en donde fueron recibidos calurosamente por una multitud. Luego partió.
Casi tres años más tarde de su visita a Mendoza, más precisamente, el 6 de junio de 1968, Robert Kennedy, quien se postulaba como candidato en las primarias para presidente en las elecciones de ese año, fue asesinado de un disparo en la cabeza en California, por el jordano nacido en Jerusalén, Sirhan Bishara Sirhan.