Las motos y cuatriciclos regresaron ayer a Iquique, en una jornada donde los pilotos le hicieron saber su descontento a la organización por las condiciones del tiempo en las que debían largar y hasta se le plantaron para no largar.
Sin embargo, no hubo caso y debieron correr. Eso sí, después, debieron acortar la primera parte de la especial. Un papelón.
El frío y la altura se transformaron en un combo bastante difícil de soportar. Varios pilotos sufrieron hipotermia. Uno de los que se quejó fue Ignacio Casale, el último campeón en la categoría de “cuatris”.
“Una locura, es poco seguro para los pilotos, no se ve nada, es peligroso. No se puede frenar”, contó el chileno, que mandaba hasta la neutralización y luego fue superado por el argentino Jeremías González Ferioli.
Entre las motos, la novedad más importante fue que el español Joan Barreda Bort, líder hasta la largada de la especial de ayer, tuvo problemas con su Honda y perdió mucho tiempo, dejándole la punta de la general al multicampeón, Marc Coma (KTM).
Si bien el español no terminó entre los mejores, ya que fue noveno en la etapa, le sirvió para tomar el liderazgo restando cinco etapas para terminar la prueba.