Ay, el corazón. No sabe de razones, no sabe de absurdos, no sabe de nada. Y, la pasión obnubilada que tiene Luciana Salazar la pone en una posición que no se la envidiamos ni a ella, ni a nadie. Es que, desde que volvieron a estar juntos, Martín Redrado y ella no definen nada muy claramente. Que sí, que no.
Que son amigos, que son novios... que son... ¿nada? Tinelli fue el que trató dilucidar si era novia, mujer, amiga con derechos o qué y Luciana, vencida, le contestó: “No sé que soy”.
Aunque, agregó: “Nos queremos muchísimo”. Pero lo que más sorprendió fue la “definición” de su amor que dio Salazar: “Obviamente hubo muchísimo amor en su momento, y ahora es una remada de dulce de leche a full”. Pe-pe-pero y... ¿pa’qué?