La comuna de San Martín compró el cine Colón de Palmira a mediados de 2007 y anunció entonces que su idea era restaurarlo; sin embargo, la esperada inauguración de la sala se postergó más de lo planeado, como resultado de un camino árido que el proyecto municipal comenzó a transitar sin los fondos suficientes como para sostener un ritmo de obra constante.
Pero ahora y tras más de una década en la que tampoco faltaron anuncios fallidos de una pronta reapertura, la restauración de la sala ingresó en su etapa final y el Colón estará lista a fines de octubre, aunque la comuna ha decidido cortar las cintas en diciembre, durante el mes aniversario del departamento.
Así y pese a la demora que demandó el arreglo final del cine Colón -histórica sala de Palmira fundada en 1927-, la comuna tiene el gran mérito de no haber abandonado el proyecto y ante la ausencia de fondos nacionales prometidos, la obra se sostuvo en el tiempo casi exclusivamente con fondos municipales, pero a costa de un trabajo que se volvió lento.
"El vecino siempre pregunta cuándo va a volver a el cine y es lógico porque esa sala tiene mucha historia en Palmira y la gente quiere verlo abierto", cuenta Alejandro Pérez, el delegado municipal que sigue los trabajos finales muy de cerca aunque prefiere, frente a la posibilidad de errarle, no arriesgar fecha de finalización.
Más allá de los recaudos del delegado municipal, el almanaque en la oficina de Obras Públicas tiene encerrado en un círculo rojo a la última semana de octubre, fecha en la que deben estar terminados los trabajos. La acústica de la sala está resuelta; los sanitarios lucen a nuevos y también los camarines; se rediseñó el hall de ingreso, se recuperó la fachada original y se reemplazaron a nuevo los sistemas de agua, cloacas, electricidad, y calefacción.
La obra avanza con la pintura interior y la semana que viene se colocarán alfombras: "En los primeros días de octubre entregamos el cine a la empresa encargada de instalar las butacas", dice Edgardo Gargiulo, director de Obras Públicas.
Son 470 las butacas las que llevará la sala y luego quedará por instalar la pantalla y el sonido: "La obra va a estar lista a fines de octubre", adelanta Gargiulo y completa: "La reapertura será en diciembre, como parte de la agenda de actividades del mes aniversario del departamento".
Hay que aclarar también que en principio, el Colón abrirá solo como sala de teatro: será una nueva plaza para la oferta cultural local y regional, que espera captar además la atención de producciones nacionales.
Así, la proyección de cine se limitará, durante esa primera etapa, a una agenda municipal destinada a escuelas, clubes y barrios: "En esta primera etapa no queremos competir con la oferta de cines que hay en la región. Vamos a montar un proyector, la pantalla y el sonido, pero para una agenda municipal", dice Gargiulo.
En el fondo, el problema siempre es la
falta de presupuesto: la restauración total del Colón demandó $10 millones, de los cuales y pese a la promesa de financiar la obra, la nación solo envió 3 millones.
Algo similar ocurrió con el Instituto Nacional de Artes Audiovisuales (Incaa) que por convenio debía equipar a la sala con proyector, pantalla y sonido, asunto que no se concretó.
"El poco financiamiento que tuvo el Colón desde la nación bajó durante el gobierno anterior y no superó el 30%", sostiene Gargiulo y en ese contexto, la comuna también absorberá la compra del proyector, por el que está dispuesta a desembolsar unos $600.000: "No va a ser un equipo de última generación, pero sí el adecuado para dar marcha al cine municipal y eventualmente, cuando decidamos dar cine comercial podríamos mejorar la tecnología".
Desde 1927 hasta 1983
En Palmira, el cine Colón tiene su historia: abrió sus puertas allá por 1927 y fue durante décadas, parte importante de la actividad cultural del pueblo.
En los años 40 se construyó su actual edificio de calle Alem; en 1983, tras una larga decadencia cerró las puertas como cine. Después de eso funcionó como el salón de baile "Estrella" y luego fue iglesia evangelista hasta que llegó el cierre definitivo.
La comuna de San Martín compró el edificio en octubre de 2007 y pagó por él $550.000. En 2013, la sala tuvo un presupuesto original de $4 millones, financiados desde la nación, pero solo se envió una parte del dinero.
El tiempo y la inflación llevaron a que los costos crecieran hasta los actuales $10 millones que ha salido la restauración, de los cuales la comuna puso el 70 por ciento.