Segundo juego panamericano y segunda medalla de plata para La Garra. Y si bien el resultado se repitió, no fue así en su aprendizaje. Macarena Sans, ahora con 22 años, le cuenta a ELLAS sobre qué significado tuvieron esta cita en Lima, cómo fue el proceso previo y qué esperan en el repechaje para llegar a Tokio 2020.
En este seleccionado argentino de balonmano, las chicas tuvieron un cambio en el proceso, comenzando con adaptarse a un nuevo cuerpo técnico. Al respecto la jugadora de Mendoza de Regatas retribuyó el rendimiento del equipo -que por primera vez pudo llevar la ventaja en el marcador en una final con Brasil, pese a la caída.
"A Dady (Gallardo) lo necesitábamos en el momento en el que nos encontrábamos, en el de crecimiento. Estuvo con los varones y los clasificó a los Juegos Olímpicos dos veces, en un proceso en el que me parece nos encontramos las mujeres hoy. Trabaja el balonmano para que el jugador sea completo, cuente con todas las herramientas necesarias para todas las situaciones posibles del partido. Lo planifica y a su vez nos da libertad en la cancha para que resolvamos con recursos y desde el potencial que tiene cada una", describió la central, quien volvió a jugar en su puesto original.
-¿Y que pasó en la final?
-Trabajamos muy duro para ganarle a Brasil. Por eso nos dolió perder porque sabíamos que teníamos las herramientas. Sentíamos que estábamos muy preparadas. Y más después de haber jugado la olimpíada anterior (Río de Janeiro 2016) que veníamos con el envión de querer clasificar a Tokio, segundo juego olímpico en lo personal. Por eso fue doloroso, pero no soy resultadista. Se que dejamos la vida y la piel dentro de la cancha. Estamos tranquilas porque dimos todo.
-¿Qué lectura hacés técnicamente de este clásico?
-Las brasileñas no se despertaron en el primer tiempo, incluso se vieron sorprendidas por nuestro juego. Son campeonas del Mundo, con tres juegos olímpicos, y en el entretiempo ajustaron piezas porque en esos dos minutos finales del primer tiempo se nos fue el partido. Estamos acostumbradas a pelear el juego desde abajo, a remontarlo. Y acá, empezar a full, nunca lo vivimos. Después los errores los pagamos caro y el reloj empezó a correr, mientras ellas se alejaron en el marcador. Tanto entrenamos y peleamos por ganar que no lograrlo, se hace duro superarlo, y más si era nuestro pase rápido a Tokio.
-Pero ahora tienen tiempo de seguir adaptándose a "Dady".
-Tuvimos 10 meses antes de estos juegos. Por eso creo también que tenemos posibilidades en el preolímpico, porque hay mucho tiempo de trabajo. Pero tenemos que jugar con rivales que quedarán entre el segundo al séptimo del próximo Mundial. Imaginate que Argentina nunca pasó de ronda. Es difícil. Es un 1 por ciento y me aferro a eso. Vamos a ir con todo.
Argentina tiene la gira en Noruega donde jugarán tres partidos contra el anfitrión, Japón y Brasil, en setiembre. Y en diciembre el Mundial. Y después, el preolímpico.
-¿Cómo fue volver a casa?
-Nos lleva un tiempo adaptarnos, con otro estilo de vida al que teníamos en la Villa donde pensás en los partidos respirando todo el tiempo handball. Cuando llegué, costó acomodarse. Descansás menos porque querés aprovechar estar con la familia, amigas y hacer muchas cosas. Es un cambio.
-¿Qué te dejó como aprendizaje estos Juegos en Lima?
-En el proceso, desde diciembre tuve que pelear el lugar y por suerte quedé. Pero pasaron cosas: a un mes de viajar a Perú falleció mi tío, hermano de mi mamá. Somos muy apegados y me vine a Mendoza pese a estar a pleno con la Selección. Alcancé a verlo. Y a pocos días murió el papá de ‘Mica’ (Casasola), que es como mi hermana y sus padres, mis segundos papás porque convivo con ellos cuando estoy en Buenos Aires. Y fue otro golpe duro. Nos explotó la cabeza, pero en ambas situaciones ellos (tío y el padre de Casasola) se hubiesen enojado si dejábamos de jugar. Yo caminaba por la Villa Panamericana y lloraba. Pero la Selección fue un refugio. Y después, pensando, todo esto me dejó en claro que hay que disfrutar cada momento, porque mañana cualquiera puede irse. Estamos educados en una sociedad donde no nos hablan de la muerte, y está a la vuelta de la esquina. La gente vive como si tuviéramos tiempo de vivir 500 años, no disfrutan el día a día. Las personas no disfruta los momentos, ya sea de dar un abrazo a tu mamá o de ganar una medalla. Aprendí a disfrutar plenamente todos los momentos que se presentan, pensando en el presente, sin preocuparnos en el futuro. No somos inmortales, tenemos que vivir y disfrutar de la vida todos los días.
-¿A quién le dedicaste la medalla?
-A mi tío, sin dudas; a su esposa, a mis primos y a mi mamá.
Macarena llegó desde Lima y se puso de inmediato la camiseta de Regatas para jugar contra Tupungato la primera fecha del Clausura. ¿Por qué? porque respira balonmano.
Derechos y libertad
"Tenemos suerte de vivir en Argentina. Estos torneos internacionales me permiten ver cosas que me hacen valorar lo que tenemos. En los Juegos Olímpicos anteriores las chicas del Congo se escaparon. Y en Toronto, las cubanas aprovecharon huir del sistema político. Tantos años de entrenamiento... y querer escaparse para ser libres. Debe ser desesperante ser esclavas del sistema o de los hombres. Y qué importante es entonces, que en Argentina empiece a tomar voz la mujer. Apoyo a todos los movimientos de las mujeres. Sueño con una sociedad con respeto e igualdad en la sociedad como en el deporte".
El deporte como política de estado
Inclusivo. "Invirtiendo en deportes ahorran en salud, seguridad y en educación, porque una disciplina deportiva da una educación integral para la persona que lo practica. Me refiero a deportes desde niños hasta adultos que se forman con valores que sólo el deporte da y que son importantes para la sociedad. El deporte es una herramienta para transformar la sociedad. Es un vehículo de inserción, de aceptación e inclusión. Siendo parte de un equipo, el chico o la chica comienza a pensar distinto, a entrenar, a estar con los amigos, a tener vida sana en vez de ir a robar, drogarse o alcoholizarse. El deporte no entiende de desigualdad, diferencias, ni de discriminación".
Para los bajitos
Evento solidario. El próximo mes Sans hará el segundo encuentro de balonmano por los niños, donde la inscripción será una caja de leche para donar a la gente de los barrios de Capital. El mismo será en el Gimnasio Municipal N°1. Además, dicrtará una clínica de balonmano para niños y jóvenes de los barrios de La Estanzuela y la Favorita, buscando fomentar los valores de solidaridad de este deporte.