"Cada cual, cada cual, atiende su juego", repite la canción de nuestra niñez, como una letanía de los tiempos que no volverán o como un desafío del futuro que acecha detrás de la puerta. Cada cuál presta atención a sus virtudes y errores, pendiente de lo que se puede mejorar para encarar las últimas fechas de este Federal A para el infarto, con cambios sucesivos en la cima de las posiciones y con equipos que derraman sus monedas juntadas de una fecha a la otra. Por ahora, los mendocinos son quienes más claro parecen tener su libreto; Huracán LH y Deportivo Maipú están nuevamente en la parte más alta de la tabla.
A ambos equipos todavía les queda la fecha libre por cumplir, es cierto, pero la próxima jornada se asoma como decisiva para lo que vendrá. El Cruzado recibirá, el viernes, desde las 21.30, a Estudiantes de Río Cuarto; y el Globo visitará a Desamparados, en San Juan, ese mismo día, desde las 21. Los cuatro primeros de la tabla, frente a frente, para exponer sus intenciones.
"Estuvimos bien en todas las líneas, no pudieron llevarnos por delante. Nos hicimos fuerte a lo largo de todo el partido y el gol tempranero nos dio esa confianza que no veníamos teniendo", contó Emanuel Martínez Schmidt, uno de los pilares defensivos que tiene el Botellero. "Estuvimos firmes en la marca, intentamos jugar cuando teníamos la pelota y generamos situaciones con la pelota al piso. Es una virtud nuestra. Ahora se viene un partido durísimo", remarcó el lateral, que suele convertirse en extremo cuando se suma a la ofensiva.
Mientras, a cientos de kilómetros del estadio puntano, en el General San Martín, donde bombea más fuerte el corazón lasherino, Fernando Cámara, el goleador de la tarde dominguera, remarcó la vuelta al triunfo como local, tras cuatro partidos sin poder hacerlo. "Por fin nos vamos felices de esta cancha. Nos costó el partido, pero estamos cerca del objetivo que nos planteamos al inicio del torneo. Es una categoría con jugadores de mucho oficio; hoy la suerte estuvo de nuestro lado", dijo.
El juego del Globo no fue el de otros días, pero si algo sobra en Las Heras es coraje: "No jugamos como nos gusta a nosotros, pero entregamos todo y sabemos que estamos muy cerca de lo que buscamos desde que inicio el torneo. Le dimos una alegría a la gente que tanto banca", cerró.
Desde el banco, intentando poner un poco de cordura a tanta locura e ilusión, los entrenadores analizan el escenario desde la posibilidad que ofrece la línea de cal. No hay nada definido y todavía todo está por confirmarse.
"Esa necesidad de ganar a veces te lleva a la inseguridad, porque muchas veces el rival más difícil sos vos mismo", dice Alejandro Abaurre, el entrenador lasherino, enviando un mensaje a la intimidad de su plantel. Enfrentarse a los propios miedos, parece ser el desafío.
Para el final, dejamos las palabras del Gringo Sperdutti, sacando pecho tras el triunfazo maipucino en tierras puntanas: "Volvió todo a la normalidad; están arriba los que tienen que estar".
Nada está dicho. Maipú y Huracán LH todavía deben pagar una fecha libre y, en la zona más complicada del torneo, deberán sostener el mensaje que llega desde cada uno de los bancos de suplente. La cuestión pasará, como en nuestra niñez, por aquel que sepa atender mejor su juego.