Una noticia tristísima que enluta al boxeo mendocino, tras sufrir una accidente automovilístico murió el boxeador lasherino Ariel Camargo, de tan sólo 21 años, uno de los púgiles de mayor proyección internacional y que se había instalado en España desde hacía cuatro meses junto a su padre y entrenador, Marcelo Camargo.
Aparentemente, Camargo se desplazaba en bicicleta e iba al gimnasio a realizar una de sus tantas rutinas junto a Gabriel Sarmiento, ex entrenador de “Maravilla” Martínez, cuando fue embestido por un vehículo y el púgil perdió la vida de manera inmediata. El accidente se produjo alrededor de las 17:30, hora de España.
“Es algo tremendo y terrible no lo puedo creer esto que está pasando. No tengo palabras. Me llamó en la mañana Marcelo desesperado de que Ariel había tenido un accidente y que estaba muy mal. Estaba desesperado”, comentó a Los Andes Ángel Carmona, quien también se encuentra en España y fue uno de los entrenadores que inició a Ariel.
“Imagináte lo que es para nosotros, estoy con ellos ayudándole a entrenar desde que tiene 11 años”, dijo conmovido Don Ángel y agregó: “Iba a entrenar y lo atropelló un auto. Es algo terrible y tremendo para nosotros. Yo estoy a unos 40 minutos de donde están viviendo ellos. Marcelo se había venido y estaba trabajando para ayudarlo y tenían la intención de venirse toda la familia”, contó Carmona.
Ariel Camargo estaba residiendo junto a su padre en la ciudad Elche, a unos 50 kilómetros de Alicante, España, donde Sarmiento tiene su gimnasio y estaba pronto a realizar su segunda pelea como profesional. Tenía 21 años y había debutado entre los rentados el 15 de mayo del año pasado en San Carlos, donde venció a otro lasherino, David Armando Rodríguez, en fallo unánime.
Desde hacía un largo tiempo había sido tentado por Sarmiento para que fuese a entrenar y continuar su carrera como profesional en Europa debido a sus enormes cualidades técnicas.
Ariel Camargo era un boxeador técnicamente exquisito, un estilista de gran proyección, un pibe que brilló además como amateur en nuestro boxeo.
Un boxeador muy querido, admirado y de un enorme carisma, que sin lugar tenía la escuela de Firpo, dado que su padre Marcelo había sido púgil de esa escudería mendocina y tenía la misma línea técnica.
En tan sólo pocos días, el deporte mendocino vuelve a ser sacudido por una desgracia, esta vez la de un púgil de gran futuro.