A Independiente Rivadavia lo espera algo espectacular, eso que buscó durante muchísimos años: el debut en Primera división. Precisamente, en la Copa de la Liga Profesional que reúne a los mejores clubes de la Argentina.
En ese sentido, y con la enorme ilusión de sus hinchas, el estadio Bautista Gargantini atraviesa el proceso de refacciones para llegar de la mejor manera al primer partido, que será justamente en condición de local frente al otro Independiente de la categoría, el Rojo de Avellaneda. Posiblemente, el encuentro se desarrollará el domingo 28 de enero en la tarde, aunque resta la confirmación de la AFA.
Con capacidad para unos 20 mil simpatizantes, “La Catedral” del Parque General San Martín lucirá renovada a nivel infraestructura para presentarse ante las cámaras del mundo, esta vez en la categoría de élite, esa que el Azul deberá defender con uñas y dientes con el objetivo de la salvación.
Puntualmente, la dirigencia de la Lepra decidió encarar los trabajos apenas se produjo el ascenso a Primera, en esa inolvidable noche cordobesa. Los accesos, la zona de cabinas para prensa para las transmisiones en vivo, vestuario visitante y el campo de juego son los principales sectores en donde los trabajadores realizan las tareas.
Además, la labor continúa en la ampliación de la zona de plateas y la reparación de los daños que causó el viento Zonda el último 28 de octubre.
En tanto, los trabajos se realizan en simultáneo con la Ciudad Deportiva, el centro de entrenamiento de Independiente Rivadavia que se ubica en Carrodilla, Luján de Cuyo. Allí, a las refacciones en las canchas y vestuarios para las divisiones menores, se le suma el nuevo pozo de agua.