Este martes Boca se juega todo en su visita a Brasil para enfrentar al Corinthians por la Copa Libertadores. Con el equipo ya confirmado y la concentración al máximo, la delegación Xeneize sufrió la agresión por parte de un grupo de hinchas del Timão, quienes apedrearon el micro durante el trayecto del hotel al estadio paulista.
Además de los jugadores, en el ómnibus viajaban el presidente, Jorge Ameal; los directivos Alejandro González y Ricardo Rosica; Cristian Riquelme, el hermano de Juan Román, y los miembros del Consejo de Fútbol, los colombianos Mauricio Serna y Jorge Bermúdez.
Justamente la principal agresión se registró sobre el lugar en el que viajaba el Patrón, donde una piedra de grandes dimensiones hizo estallar la ventanilla de cristal, cuyas esquirlas quedaron diseminadas sobre los asientos del vehículo.
Hasta el momento las autoridades brasileras informaron que no hubo heridos por este ataque, pero no han brindado declaraciones sobre la falta de custodia del elenco argentino al momento de sufrir los hechos.
Boca deberá pagar más de 20 millones de pesos en multas por gestos racistas de sus hinchas
La agresión al colectivo de Boca Juniors se produjo en un contexto algo caldeado entre el equipo de La Ribera y el elenco Paulista, ya que en mayo pasado, en partido de la etapa clasificatoria del grupo E de la Copa Libertadores, un hincha argentino exhibió gestos raciales que detonaron en duras sanciones.
La Confederación Sudamericana de fútbol (Conmebol) sancionó a Boca Juniors con el pago de una multa de 100 mil dólares (más de 20 millones de pesos). El castigo es consecuencia directa del comportamiento racista de un simpatizante xeneize en ese partido, en el que provocó y dirigió “gestos discriminatorios” hacia los hinchas paulistas que llegaron hasta la Bombonera para presenciar el cotejo.
Esta es la segunda sanción que recibe la entidad de la Ribera en el curso de la presente Libertadores, ya que en una primera oportunidad hubo 30 mil dólares de multa, cuando fue detectado un hincha auriazul que hizo gestos similares, pero en el encuentro de ida disputado en el Arena Corinthians de San Pablo, en abril pasado.
En aquella ocasión, el hincha oriundo de Mendoza que viajó hasta Brasil fue detenido por la policía local y debió abonar una caución de tres mil reales para su posterior liberación.