Uruguay no pudo sacar pasajes a Octavos de final y quedó eliminado en primera ronda dentro del Grupo H de la Copa del Mundo Qatar 2022. En una definición para el infarto, y pese a haberle ganado 2 a 0 a Ghana (que a Uruguay no le “gana” en mundiales), la victoria de Corea del Sur contra Portugal (2 a 1) en el otro partido que definió el grupo, dejó afuera a los sudamericanos por diferencia de gol. Portugal -primero- y Corea -segundo- se metieron en Octavos de Final, y los asiáticos (otra de las tantas sorpresas del Mundial) se metieron en la misma llave que Argentina en la recta final para hacerse con la Copa del Mundo Qatar 2022. De no haber sorpresas en los partidos de la tarde, y por el grupo G, Brasil completaría esa llave y sería el rival de Corea del Sur.
Pero el rival al que venció Uruguay hoy es especial, y podría decirse que La Celeste ya “lo tiene de hijo” en mundiales. Tanto que, sin exagerar, parecía ser que algunos jugadores del rival de este mediodía -que también quedaron eliminados y culminaron últimos en el grupo- parecían disfrutar y saborear de una especie de “inútil venganza” con la eliminación charrúa. Y es que Uruguay venció hoy y dejó afuera a Ghana, al igual que en 2010. Y porque, en mundiales, Ghana no le gana a Uruguay, pero Uruguay sí le gana a Ghana, aun cuando no gana y empata (como ocurrió en Sudáfrica 2010 y en el único e histórico antecedente de este partido). Claro que todo sirvió de muy poco con la sorpresiva derrota de Portugal,
Por segunda vez en 12 años, Uruguay y Ghana se enfrentaron en un Mundial de la FIFA. Y por segunda vez en 12 años, la victoria fue uruguaya. Como si con estas coincidencias no fuera suficiente ya, una vez más Ghana erró un penal. O, mejor dicho, el arquero uruguayo volvió a atajarle un penal a un jugador ghanés. Pero la alegría quedó vacante en este partido entre eliminados.
El antecedente de 2010 y “la Mano de Dios” de Suárez
Hasta el partido de este mediodía, Uruguay y Ghana se habían enfrentado una sola vez en la historia de la Copa del Mundo de FIFA. Fue el 2 de julio de 2010, en el Estadio Soccer City de Johannesburgo y por los Cuartos de Final de la Copa del Mundo que en 2010 se disputó en Sudáfrica. Y aunque la estadística dirá que el partido terminó en empate 1 a 1 –porque así se computa el resultado desde la óptica de los fríos y nada pasionales números-, lo cierto es que en la definición desde puntos de penal, Uruguay derrotó 4 a 2 a Ghana, lo que le valió clasificarse a semifinales. En el siguiente partido, La Celeste –dirigida entonces por el “Maestro” Óscar Tabárez- fue derrotada 3 a 2 por Países Bajos, quien finalmente perdería la final contra España.
Pero la victoria de Uruguay contra Ghana en aquellos Cuartos de Final de Sudáfrica 2010 tendría gusto a hazaña. Porque tras igualar 1 a 1 en los 90 minutos (Sulley Muntari abrió el marcador para los africanos al final del primer tiempo y Diego Forlán empató a los 10 del segundo tiempo), llegaron a la prórroga. Y en la última jugada del segundo tiempo suplementario, Ghana tuvo una inmejorable oportunidad de hacer historia y clasificar a semifinales por primera vez en la historia de su selección. Pero no la aprovechó, y quien hizo historia fue Uruguay.
En el minuto final de auqel partido de 2012, durante un ataque ghanés, el defensor uruguayo Jorge Fucile cometió una discutida e innecesaria falta sobre la derecha, a la altura de la puerta del área que defendía el arquero uruguayo Fernando Muslera. Era el tiro libre y se terminaba, por lo que la pelota fue enviada en forma de centro, fue cabeceada dos veces por jugadores ghaneses y el propio Muslera quedó desorientado ante una salida en falso. La pelota quedó picando en el área chica, a centímetros de la línea de gol y con el portero uruguayo en cualquier lado. Un delantero ghanés quiso reventar el arco, pero la pelota rebotó en la única pierna uruguaya que quedaba entre la pelota y la línea de gol. Ese rebote quedó vivo, surgió otro cabezazo a quemarropa del equipo africano tenía como destino indefectible el arco de Uruguay y el gol de Ghana para la victoria. Pero fue en ese momento que apareció “La Mano de Dios”, versión uruguaya y personalizada en la extremidad superior derecha del delantero Luis Suárez. El 9, parado casi de 2, tuvo una intervención milagrosa y atajó -literalmente- el cabezazo sobre la línea.
El árbitro, que vio con claridad toda la secuencia, cobró penal y le mostró la tarjeta roja a Suárez, quien abandonó la cancha llorando. Todo el esfuerzo charrúa parecía venirse abajo en esos 10 segundos fatales y con un penal para Ghana que podía meterlo en Semifinales. Pero quedaba todavía una intervención milagrosa más. Por lo menos.
Porque el jugador de Ghana Asamoah Gyan se paró frente a la pelota para patear el penal más importante de la historia de Ghana, tomó distancia, pateó y… ¡Reventó el travesaño! La pelota pegó en la parte alta del transversal y salió por arriba, Gyan, al igual que Suárez minutos antes, se tapó la cara con su camiseta roja y amarilla, mientras que Muslera golpeó una y otra vez el travesaño con su mano, como quien le agradece desde el fondo de su corazón.
Luego llegaron los penales, y allí la sonrisa fue uruguaya. Pero, por supuesto, no sin sufrimiento antes. Porque, como se dice en el tango Naranjo en Flor, “primero hay que saber sufrir...”
“No tengo que pedir disculpas. Yo di con la mano el balón y me expulsaron. Pero el jugador que falla el penal no soy yo. No soy responsable de eso”, declaró Suárez ayer, jueves, en la previa del partido que jugó hoy contra Ghana y al ser consultado por el único antecedente mundialista.
El Loco Abreu, más loco que nunca
Luego del penal errado por Asamoah Gyan, llegó el momento de la verdad. Ese semifinalista de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010 se definiría por penales.
Comenzó pateando Uruguay y Forlán convirtió el 1 a 0 desde los 12 pasos. Empató Asamoah Gyan para Ghana y en una especie de revancha, pero Mauricio Victoriano puso inmediatamente después el 2 a 1para los sudamericanos. Stephen Appiah empató de nuevo para Ghana, y Andrés Scotti volvió a dejar arriba a Uruguay al convertir su penal. La definición estaba 3-2 a favor de La Celeste cuando John Mensah tomó la pelota para para patear el tercer penal ghanés. Una vez más el destino estuvo del lado uruguayo y Muslera atajó el tercer penal de los africanos.
La responsabilidad quedó entonces en los pies del uruguayo Maximiliano Pereira. Pero su disparo se fue a las nubes, por encima del travesaño. Uruguay seguía ganando 3 a 2, pero había pateado un penal más. La oportunidad de empatar para Ghana quedó en los pies de Dominic Adiayiah, que había entrado casi al final de los 90 minutos regulares. Si el africano convertía, quedaban 3 a 3 con 4 penales cada uno. Pero otra vez Muslera se puso el traje de superhéroe y atajó su segundo penal en la definición.
El quinto y último penal uruguayo –y que podía ser el definitivo si terminaba en gol- quedó a cargo de Washington Sebastián Abreu. Si convertía, se terminaba el partido y Uruguay clasificaba a la semifinal de Sudáfrica 2010. Si erraba o atajaba el arquero ghanés, quedaba un último penal para los africanos. Y ahí la agarró el “Loco” Abreu, tomó carrera y pateó el ex jugador de San Lorenzo de Almagro (entre otros).
Es muy probable que todos los que hubieran visto jugar alguna vez al “Loco” hayan intuido y sabido qué iba a hacer Abreu. Pero el arquero ghanés no se imaginó que Abreu estaba tan loco. Y eligió su costado derecho. Mientras el portero se tiraba hacia ese palo, vio como la pelota que había picado Abreu entraba despacito al medio del arco. Sí, Washington Sebastián Abreu acababa de sellar la clasificación de Uruguay a semifinales picando el penal definitorio, pateándolo “a lo Panenka”. Porque fue ese jugador de la entonces Checoslovaquia quien, en junio de 1976, pateó por primera vez un penal de esta manera, no apta para cardíacos.