Se fue otra temporada de Godoy_Cruz en el círculo privilegiado del fútbol argentino. Con procesos diferentes, pero con el mismo resultado. ¿O acaso hay que conformarse con haber llegado a la semifinal de Copa Argentina? Para nada. Este Tomba que nos tuvo acostumbrado en años anteriores a pelear arriba o logrando clasificaciones a torneos internacionales, ahora se va de vacaciones con una mochila enorme con vistas a lo que será un 2022 donde no podrá cometer errores, sobre todo, a la hora de salir al mercado de pases.
Es que precisamente en ese punto, la institución que aún preside José Mansur cometió muchos yerros en los últimos tiempos. Siguió buscando “apuestas” y si bien es cierto que competir contra los más poderosos es muchas veces difícil, también lo es que la dirigencia no tuvo la fineza de otros momentos para contratar esos jugadores que no solamente marcaran diferencias en el plantel profesional, sino también, que en el futuro esas actuaciones podían convertirse en buenos negocios. Así las cosas, ahora se vienen muchas reuniones, porque de esta manera no se puede continuar. Diego Flores deberá hacer mucha autocrítica y terminar de consolidar una identidad futbolística que le permita a sus jugadores tener mayor seguridad a la hora de afrontar cada partido. Y por el lado de la dirigencia, si después de hoy continúa el oficialismo, tendrán que afinar más que nunca el lápiz y buscar varios números puestos. De lo contrario, quizás sea más de lo mismo, aunque el hecho de jugar una sola competencia a principio del próximo año, pueda ser importante para que el DT termine de aceitar un equipo que bajo su conducción arrancó goleando e ilusionando, pero que con el correr de las fechas fue perdiendo protagonismo y terminó pagando la falta de jerarquía, sobre todo ahí donde se terminan de cocinar los juegos y con un Tomás Badaloni que le puso mucho sacrificio, pero que no alcanzó para una posición donde se necesita contundencia (hizo solamente 4 goles en Liga Profesional). Pero no es el único caso. Defensivamente hubo muchos cambios y los errores se repitieron. Por tanto, poner la cabeza en frío, es la mejor receta que está a la vista para tratar de revertir el presente.
Por último, seguramente habrá una depuración en el plantel. Se estima que entre cuatro o cinco jugadores dejarán el club (uno será Jeison Chalá) y dentro de ese contexto habrá que ver si Alejandro Chapini o Adrián Sajú pueden lograr contrataciones que otorguen un salto de calidad a un equipo que perdió más de lo que buscó, pero al que las estadísticas hoy lo tienen sin margen de error. ¿Más apuestas? No es el momento. El club necesita otro tipo de futbolistas, mantener una base y que su DT Flores trate de amigarse con lo que los partidos le piden (léase cambios).
Números que preocupan
En las tablas. Godoy Cruz finalizó la Liga Profesional con 31 puntos de 75 posibles, anotó 35 goles y le convirtieron 33. En los promedio, arrancará con 1.032, solamente por encima de Patronato (0.967) y Sarmiento (0.947).
Poca eficacia en casa. Tanto en el Gambarte como en el Malvinas, Godoy Cruz no fue tan efectivo. Jugó 13 compromisos, de los cuales ganó 4, empató 5 y perdió los restantes, para una eficacia del 43,59 %.
Chapini o Sajú, uno reemplazará a Mansur en la presidencia.
En una jornada que es histórica por las décadas que pasaron para que volviera a producirse un acto democrático en el Club Godoy Cruz Antonio Tomba, hoy los socios tendrá la posibilidad de emitir su voto por una de las dos listas que se presentan en búsqueda de suceder al actual mandamás, José Mansur.
Por el oficialismo, Alejandro Chapini es la cara visible de un proyecto que lleva 20 años en la institución y que sienten tener muchas cosas para seguir aportando por el bienestar de la institución. Con ideas nuevas, del otro lado se presenta Renovación Bodeguera con su candidato Adrián Sajú. “Es una cita inédita en Mendoza e invitamos a que nos acompañen desde las 10 de la mañana en la sede de calle Balcarce”, comentó el referente de la oposición.
Serán unos comicios que prometen tener emoción. No solamente por la forma en que se producirán los votos, sino también, por la cantidad de socios que están habilitados para sufragar. En ese sentido, en la previa hubo muchas idas y vueltas ya que el estatuto, en su artículo 40, habilita a que se vote a “mano alzada”, como lo anunció en los últimos días Chapini. Al respecto, Sajú habló de una falta de respeto para la historia del club y que lo más normal era “celebrar la elección con cuartos oscuros”.
“Debemos imitar los modelos buenos de otras instituciones. Somos un grupo que buscan engrandecer al club y la mayoría de nuestro equipo considera que no son buenos los procesos largos por el desgaste que se produce. Si nos toca manejar la institución vamos a darle participación a gente de la lista oficialista y a los ídolos”, prometió Sajú. “Nuestra intención es mejorar lo que se viene haciendo y no generar dos bandos, sino la unidad para un Godoy Cruz mejor. Hubo charlas con gente de la oposición, pero no pudimos llegar a una misma idea”, contó Chapini.