El delantero argentino Mauro Icardi fue separado del plantel profesional del Paris Saint-Germain y mientras espera por la definición de su futuro se entrenará de forma diferenciada.
Según informó el diario deportivo L’Equipe, el atacante ya se sumó al grupo de los futbolistas que no serán tenidos en cuenta por el nuevo entrenador, Cristophe Galtier, y estuvo bajo las órdenes del técnico del equipo juvenil, Régis Beunardeau.
Tras esta situación, su nombre comenzó a sonar como posible refuerzo del club Monza, uno de los conjuntos italianos recientemente ascendido a la Serie A, cuyo dueño es Silvio Berlusconi.
“Sería una gran oportunidad tener a Icardi en el Monza. Imagina qué historia si le marcase a Inter”, fueron las palabras del político italiano ante la posibilidad.
El antecedente de que su futuro en el equipo francés no venía por buen camino, arrancó en el partido por la Supercopa ante Nantes (en el que PSG se floreó con cuatro goles), donde no tuvo minutos en cancha y continuó cuando no fue citado para el debut en la Ligue 1 contra Clermont.