El lasherino, Kevin “Diamante” Muñoz (16-1-0-6 nocauts) este sábado combatirá por el título mundial e intentará sumar una nueva corona al boxeo mendocino, cuando enfrente al sudafricano, Ricardo Malajika (11-2-0; 9 nocauts) por la corona vacante supermosca de la Organización Internacional de Boxeo (IBO).
La pelea se disputará en el Emperors Palace de Kempton Park de la ciudad de Gauteng de Sudáfrica y que se verá por página web de Super Sport Sudáfrica (canal 209, 210 o 211) de manera gratuita, después de las 15, hora de nuestro país.
El Diamante Muñoz, pupilo de Pablo Chacón, llega con una gran chance de quedarse con la victoria teniendo en cuenta su buen récord y logros; ha sido campeón mundial Juvenil (FIB), Sudamericano y Latino de la categoría. Además, es una de las grandes promesas del boxeo de Mendoza.
Dueño de una muy buena línea técnica y pegada, para Muñoz será su segunda pelea fuera del país; la primera fue en junio de 2021, en la enfrentó al venezolano Robert Barrera, en un combate no titular, en la Discoteca Kilymandiaro, Colombia. Noche en la que se imponía el mendocino, pero como el festival fue al aire libre, debido al gran viento tuvo que suspenderse en el cuarto asalto.
“Hemos entrenado mucho y muy bien para esta oportunidad, por lo cual sé que estoy en condiciones de ser campeón mundial y traer este título para Mendoza”, comentó en alguna oportunidad el Diamante lasherino, quien viajó acompaño de sus entrenadores; Pablo Chacón y Armando Andrada.
El mendocino solo tiene una derrota, la que sufrió frente a Nicolás Aquino, por nocaut en octubre de 2021, en el Luna Park. Una caída de la que le costó salir adelante al pupilo de Chacón, pero con el tiempo logró sobreponerse y hoy está frente a una chance inmejorable.
Mientras que, el anfitrión y favorito, Malajika, que tiene un año más que el mendocino 25 años, posee un importante récord de 11 triunfos, 9 de ellos por nocaut y, ha tenido dos revés en su carrera. Su debut profesional fue en 2018 y siempre, ha peleado en su país y ésta, es su primera oportunidad mundialista.