Celia Tejerina es una de las pocas deportistas mendocinas que participarán en los juegos Olímpicos de Tokio 2021 y, para la windsurfista, será su segunda participación olímpica, ya que estuvo en Río de Janiero 2016. Sin dudas que no es una edición más la de estos Juegos, dada la situación y particularidad de la pandemia mundial que hicieron que se trasladarán un año.
La vida deportiva de esta atleta (de 26 años) es muy particular y desde siempre estuvo relacionada a “las actividades al aire libre” como ella dice. Su mamá María Mackern -pediatra y andinista- ascendió el Aconcagua en 17 oportunidades y su papá es el reconocido guía de montaña, Carlos Tejerina, un histórico de la provincia.
Ella no eligió esos difíciles senderos sino que se inclinó por las actividades acuáticas que curiosamente las comenzó a practicar al pie de la precordillera en el Dique de Potrerillos, más allá de que en 2017 hizo su único ascenso al coloso de América. “Después de los Juegos de Río fui con mi mamá y mi novio a ascender el Aconcagua, la verdad que fue una experiencia hermosa y especial por ver el lugar donde trabajó mi papá toda la vida y donde mi madre lo acompañó, desde antes de tenerme a mí y a mis hermanos”, recuerda.
En estos días entrena y busca recuperar el tiempo perdido -por el condicionamiento de la pandemia- entre Mendoza y Buenos Aires, donde está su entrenador: “Suelo estar unos días días allá y me vuelvo a la provincia”, desliza mientras prepara sus mudas para instalarse a fines de mayo en Holanda, donde volverá a la competencia internacional y se concentrará de cara a Tokio.
-¿Cómo viene el trabajo de cara a los Juegos?
-Los entrenamientos vienen muy bien, estoy trabajando muy duro. Voy seguido a Buenos Aires a entrenar ya que allí está mi entrenador y donde hago períodos de 10 días de entrenamientos y vuelvo a Mendoza.
-Ee Europa vas a volver a competir después de un año y medio...
-A fines de este mes vamos a viajar a Europa, para la Regatas en Holanda. Este campeonato va ser muy importante porque hace un año que no corremos. Hablo en plural porque me refiero a mí y a Francisco (su entrenador), así que estamos con todas las expectativas. A Europa queremos viajar desde febrero pero por complicaciones con la pandemia no hemos podido hacerlo. La idea es quedarnos todo el mes de junio allá, donde haremos la puesta a punto, por lo tanto estamos en los últimos entrenamientos y expectantes.
-Durante este período, donde la pandemia seguro afecto tus planes ¿cómo entrenaste?
-La pandemia no ha sido nada fácil, como para todos. Hubo un tiempo de adaptación y debimos reinventarnos. Tuve distintos períodos, siempre intentando ser positiva, haciendo lo que está a mi alcance. Pasé por momentos de entrenamientos en mi casa, con mucha motivación y otros más desmotivada, sobre todo por ver que los Juegos corrían riesgos de que no se hicieran.
-¿Fueron momentos difíciles?
-Sí, pero también trabajé con Mercedes Apugliese que me ayudó en la parte psicológica e intentando entrenar la mente para estos momentos. Actualmente la mayor dificultad que se nos presenta con esto del Covid-19 y es lo más complicado, es viajar. Necesitamos ir a Europa para entrenar con otras personas y no podemos.
-Pero el sueño olímpico está intacto
-Sí, más allá de esto tengo muy presente de poder participar en mis segundas Olimpíadas, con todo lo que eso representa, con un poco más de disfrute y no tanta presión. El sueño se va alimentando con muchas ganas de poder concretarlo, por eso ya estoy viviendo el sueño y con cada día de trabajo se está haciendo realidad.
-Van a ser muy particulares por el tema Covid-19
-Tokio serán mis segundos Juegos y en una situación impensada. Hace un año y medio que estamos conviviendo con esta pandemia y tengo muchas expectativas, pero trabajando para poder disfrutarlos.
-Contanos cómo fue que elegiste el windsurf siendo que tus papás son guías de montaña.
-Empecé a navegar cuando tenía 14 años, como un proyecto familiar y para disfrutar del dique Potrerillos los fines de semana. Arrancó como una salida familiar y ese año estaba un programa de desarrollo nacional, porque eran los Juegos Olímpicos de la Juventud (Singapur en 2010) y como mis papás son deportistas, en la Asociación me dieron un lugar para ser parte de ese programa. Así fueron mis inicios, totalmente abocado al disfrute del aire libre, de estar en familia a través de un deporte y obviamente con el apoyo de la Asociación Mendocina desde un principio.
-Elegiste el agua y no la montaña.
-Mis papás son deportistas. Mi papa es guía de montaña y mi mamá médica, pero un apasionada a la montaña. Empezamos porque un amigo de mi papá le comentó que a navegar y que había un club muy lindo en Potrerillos y eso fue en la montaña (ríe)… Hoy lo que me apasiona y trabajo es el windsurf, pero sin dudas la montaña es un cable a tierra.
-Una gran experiencia de subir el Aconcagua con tu mamá.
-Fue especial y más subir con mi mamá. Ella tiene el récord de ser la primera mujer (2001) en subir el Aconcagua en el día, lo hizo 17 horas desde la ruta nacional hasta la cumbre.
Japón y la mirada en París 2024
“En Río 2016 yo tenía muy claro a dónde estaba respecto a las chicas, cuál era mi nivel y mis objetivos porque sabía con quién iba a competir. Ahora no compito afuera desde el 2019, más allá del Sudamericano, y eso de no medirnos es como estar un poco a ciegas. Si bien sentimos la mejora con el trabajo que realizamos, si no estás al lado de otros es más complicado”, cuenta Celita. A pesar de esta situación, la mendocina espera quedar entre las 15 primeras competidoras. “La verdad que es difícil porque no tengo claro dónde estoy. Ojalá que allá me lleve una sorpresa y pueda estar entre las tres primeras. Pero más allá de esta adversidad de no poder medirnos afuera, sigo firme pensado en lograrlo”. Comentó que en estos juegos se da la particularidad de que es el último año que se compite en su categoría, la RSX, ya que para París 2024 cambia la divisional y será Foil, por lo que los segundos y segundas de cada país ya están trabajando en esa categoría, pensando en las próximas Olimpíadas.
Particularidades de los JJ.OO en plena pandemia
Respecto de los protocolos para manejarse durante su llegada y dentro de la Villa Olímpica, Celia adelantó información que le llega desde la organización de los Juegos: “Vamos a tener una aplicación como la que tenemos acá, van a haber testeos diarios para los deportistas, no vamos a poder salir y no se puede usar el transporte público. Llegamos el 14 de julio todos y nos vamos cuando terminamos de competir, por regla”.
La representante argentina, agregó: “Se está terminando de definir el tema del público, ya que, de haber personas presentes, serán solamente locales. También están haciendo mucho hincapié en las personas que van a trabajar como voluntarios, la gente de los servicios y personal de la organización, que van a estar sumamente controlados, con más testeos y cuidados en cuanto a sus contactos”.
Finalmente, “Celi”, como la llaman todos, enfatizó en la tranquilidad que le genera que Japón sea al país organizador de las Olimpíadas. “Sé que son súper estrictos, ordenados y cumplidores, así es que en eso confío un montón”, aseguró.