Previo a realizarse el Mundial en Qatar, en los medios de comunicación circularon varias informaciones de todas las restricciones que impondría el país de Medio Oriente a quienes fueran a vivir la Copa. Cuatro de ellas fueron desmentidas durante estos 15 días.
La primera de estas creencias es acerca de lo restrictivos que serían con respecto de cualquier tipo de infracción y que cometer algún error, como abrazarse en público, traería multas impagables en dólares.
Los trabajadores de Qatar son sumamente amables y respetan todas las culturas que han venido a visitar su país. Y no se ha visto o conocido ningún tipo de maltrato o restricción a algún turista, todo lo contrario.
La segunda es con respecto al precio de la comida y del transporte aquí en Qatar. En cuanto a la comida, es más barata que, por ejemplo, en Europa. Se pueden encontrar hamburguesas, sándwiches o un plato de fideos suculento por 15 qataríes, es decir, 4 dólares. E inclusive, si escarbás, hay más barato.
Respecto del transporte, es totalmente gratis todo lo que es metro (subte) y buses, con los que podés llegar a cualquier punto de la ciudad.
La cuarta está relacionada a la vestimenta. Mucho se habló de que estaría prohibido mostrar las rodillas en la calle. Cualquier turista transita por Doha con short, malla, ojotas o musculosa, sin tener problemas, sea hombre o mujer.
La última es acerca del clima qatarí. Este Mundial fue único por haberse realizado durante los meses de noviembre y diciembre y no en junio/julio como nos tenía acostumbrados, a causa de las altas temperaturas en Qatar en verano.
Ahora, en Doha nos encontramos en otoño, pero igualmente preocupaba el calor que haría aquí, aunque no fuese verano. Lo cierto es que en el día la temperatura es sumamente agradable para estar en remera y short pero el calor no se padece en ningún momento.
Desde las cinco de la tarde, que oscurece, muchas personas comienzan a ponerse un bucito porque se pone fresco. Llegada la noche, son pocos los que continúan solo con una remera manga corta.