Hay conmoción en el mundo del fútbol. Un joven futbolista de 29 años se desplomó y murió en pleno campo de juego. El trágico episodio se produjo cuando, en la entrada en calor, Mukhaled Al-Raqadi falleció repentinamente a minutos del comienzo del partido entre Muscat FC y el Al-Suwaiq FC de la liga de Omán. Precisamente lo que sufrió fue un infarto.
El jugador del Muscat FC Mukhaled Al-Raqadi murió después de ser llevado al hospital.
El club anunció la noticia en las redes sociales y publicó las condolencias para la familia del defensor. “Con corazones fieles y aceptando la voluntad de Dios, la junta directiva del Muscat FC y sus afiliados expresan sus más sinceras condolencias a la familia de Al-Raqadi y le pedimos a Dios que se apiade de él. A Dios pertenecemos y a Dios volveremos”, reza la publicación.
Otro caso
En Croacia, Marin Cacic, defensor de 23 años que jugaba en el Nehaj de Senj, colapsó en medio de un entrenamiento. Aunque pudieron ingresarlo de urgencia en un hospital, donde fue diagnosticado con insuficiencia cardíaca, y los médicos intentaron salvarle la vida, los esfuerzos no dieron a basto y murió unos días después del incidente dentro del terreno de juego.
Lamentablemente, los problemas cardíacos proliferan en el mundo del deporte. Durante la Eurocopa, el danés Christian Eriksen cayó en pleno partido y milagrosamente lograron salvarle la vida. El argentino Sergio Agüero fue otro que llamó la atención y preocupó en el último tiempo. Durante un partido del Barcelona sintió fuertes dolores en el pecho y debió ser reemplazado. Luego, los estudios arrojaron una “arritmia cardíaca maligna” que lo obligaría a dejar el fútbol.