El 25 de noviembre de 2020 quedará grabado a fuego en los todos y cada uno de los argentinos. También en aquellos fanáticos alrededor del mundo. Es que pasadas las 13 de aquel día se confirmaba lo que nadie quería escuchar: había muerto Diego Armando Maradona. Un paro cardiorrespiratorio terminaba con la vida del, para muchos, mejor futbolista de todos los tiempos.
Tenía 60 años y días atrás había sido sometido a una delicada intervención en su cabeza por un edema subdural. Descansaba en un country de Buenos Aires cuando su cuerpo dijo basta. La noticia tuvo impacto universal y se sostiene hasta el día de hoy.
El trabajo periodístico aquel 25 de noviembre fue muy difícil. Los primeros rumores que indicaban un “grave estado” de Diego comenzaron a circular desde las 12, aproximadamente. Todo fue cautela hasta que minutos después de las 13 la confirmación ya copaba las pantallas, las radios, los diarios digitales y las redes sociales.
ESPN contó en vivo la muerte de Maradona. Durante el programa F90 que conduce Sebastián Vignolo hubo conmoción, llantos, angustia y sorpresa. Oscar Ruggeri, panelista del envío televisivo y ex compañero de Diego en la Selección Argentina no salía de su asombro. El periodista Federico Bueno, por teléfono, confirmaba el deceso y Daniel Arcucci más el resto del equipo chequeaban la información desde sus celulares, incrédulos.
También fue TN, uno de los canales con mayor audiencia del país, quien dio la noticia en esos minutos. La periodista Lorena Maciel analizaba la situación del Covid-19 cuando el “Urgente” se instaló en la pantalla. Al principio se habló de descompensación, pero luego el conductor Guillermo Lobo confirmaría la triste noticia.
TyC Sports emitía el programa Superfútbol, como cada mediodía. Diego Díaz, Marcelo Palacios, Leonardo Farinella y el resto del equipo lloraron la noticia. Fue un tenso momento en vivo a tono con la información de alto impacto.
Diego Armando Maradona (60) dejó su huella imborrable en el corazón de los hinchas del fútbol mundial. Su zurda mágica y esa personalidad única lo llevaron a triunfar en Argentinos Juniors, Boca Juniors (dos etapas), Barcelona, Nápóli, Sevilla y Newell’s Old Boys. Además, fue campeón del mundo con Argentina en 1986, subcampeón en 1990 y DT de la Selección en la Copa del Mundo 2010.
