Habrá una nueva Copa Davis en las próximas temporadas. El formato de la competencia por países más importante y prestigiosa del mundo de la raqueta, que sufrió una transformación tan revolucionaria como polémica en 2019, cuando entró en escena el Grupo Kosmos liderado por Gerard Piqué, volverá a modificarse. Según adelantó el periódico británico The Times, la Federación Internacional de Tenis ya decidió el sistema de competencia que se utilizará en 2025 y 2026 y el gran cambio será la desaparición de la Fase de Grupos de las Finales.
¿Cómo se jugará el año próximo? Como viene ocurriendo en las últimas temporadas, en febrero serán las series de Qualifiers, que disputarán los doce países que ganaron hace unos días los cruces del Grupo Mundial I más doce de los 16 que jugaron la Fase de Grupos la semana pasada. En septiembre habrá una instancia de octavos de final con series de local y visitante, al estilo de la “vieja” Davis, con los que superen la clasificación, más los finalistas de 2024 y dos wild cards. Esas dos primeras rondas tendrán duelos a cinco partidos al mejor de tres sets. Y en noviembre, el Final 8 que será en Málaga, pero que podría mudarse a China en 2026.
El gigante asiático puso sobre la mesa una oferta económica muy tentadora para llevarse esa última instancia. Zhuhai sería la ciudad elegida para albergarla. Aunque esa posibilidad podría generar problemas, porque obligaría a los jugadores a viajar al país asiático luego de la gira europea indoor, en el cierre de la temporada.
Este formato es una mezcla entre el centenario, que se utilizó hasta 2019, y el moderno, que impuso la empresa de Piqué y que nunca terminó de convencer ni a los tenistas ni a los fanáticos, como quedó otra vez en evidencia la semana pasada, cuando se disputaron los grupos de la presente edición.
En las cuatro sedes otra vez se vieron estadios casi vacíos, sobre todo cuando no jugaba el equipo local, como ocurrió en los duelos que disputó Argentina en Manchester ante Canadá y Finlandia. O en Zhuhai, donde ni siquiera competían los dueños de casa (lo hicieron en el Grupo Mundial II) y Estados Unidos, Alemania, Eslovaquia y Chile se cruzaron en canchas con poquísima gente en las tribunas.
La falta de público no fue lo único que generó críticas. Lleyton Hewitt, capitán del equipo australiano que integró el grupo B en Valencia, volvió a cargar contra el formato actual.
“Estoy muy orgulloso de los chicos y del esfuerzo que hicieron para lograr la clasificación a Málaga. No es fácil esta semana en el calendario. Pedirles que jueguen dos días después de que termine un Grand Slam no es fácil. En el antiguo formato también tenías que hacerlo, pero no jugabas hasta el viernes. Jugar el martes es ridículo”, se quejó el ex número uno.
El año pasado, tras la derrota de su equipo en la final ante Italia, Hewitt había asegurado: “No hay eliminatorias en casa y afuera, no hay partidos a cinco sets. No es lo ideal. Siempre jugamos en la misma superficie. Para ser honesto, estoy harto. Esto no es la Copa Davis. Jugar en polvo, césped, al aire libre. Hay otras cosas. Y es frustrante que no haya todo tipo de superficies y condiciones en la esta competencia”.
El australiano es uno de los más grandes detractores del sistema impulsado por Piqué, que llegó para “revivir” una Davis que pedía un cambio. Es que aquel viejo sistema con cuatro instancias de eliminación directa repartidas a lo largo de la temporada ya no lograba atraer a las grandes estrellas del tenis porque chocaba demasiado con el calendario cada vez más apretado del circuito ATP.
En 2018, la empresa liderada por el ex futbolista compró los derechos de la competencia y acordó una inversión de 3 billones de dólares por 25 años y la modificación del tradicional formato, lo que significó el fin de las series de local/visitante que resultaban emocionantes, pero también agotadoras físicamente para los jugadores. Pero también “mató” la esencia de una competencia con más de cien años de historia.
Sin embargo, la sociedad entre la ITF y Kosmos no duró. Algunas irregularidades en los pagos -la pandemia y la tendencia de inversión en sponsoreo y televisión hicieron que la empresa española no pudiera cumplir lo acordado- y el “fracaso” de las primeras ediciones -no terminó de seducir ni a los tenistas top ni al público- llevaron a la federación presidida por el estadounidense David Haggerty a finalizar el contrato en enero del año pasado.
Mientras se iniciaba una batalla legal entre la federación y el grupo liderado por Piqué -ambas partes presentaron demandas millonarias cruzadas contra sus ex socios-, el futuro de la Davis quedó envuelto en dudas.
La ITF siguió adelante con la edición 2023 como estaba pautada -Italia venció a Australia en el choque decisivo en Málaga y ganó su segunda Ensaladera- y mantuvo el formato para esta temporada, que volverá a definir el campeón en esa ciudad española del 19 al 24 de noviembre, con Argentina como protagonista. Pero la idea de un nuevo cambio, aunque sin volver al viejo sistema, estaba instalada.
“Creemos que este es un sistema con el que podemos avanzar mucho, aunque estamos abiertos a ajustes”, había comentado hace un año el australiano Mark Woodforde, presidente del Comité de Copa Davis.
Finalmente el cambio llegará. ¿Alcanzará para convencer a los grandes opositores de la “Davis de Piqué”, como Hewitt, y para revivir el espíritu de una competencia que generaba pasiones extremas en los equipos y los fanáticos?
Los equipos que jugarán la Davis 2025
La Copa Davis 2025 arrancará en febrero, con los Qualifiers, que serán doce series con formato de local/visitante. Ya hay una docena de equipos confirmados para esa instancia, los que los que ganaron el fin de semana los cruces del Grupo Mundial I: Serbia, Croacia, Suecia, Dinamarca, Corea del Sur, Suiza, Hungría, Noruega, Austria, Taiwán, Israel y Japón.
Los otros quedarán definidos tras el Final 8 de este año, que se jugará en noviembre en Málaga con Argentina, Italia, Australia, Estados Unidos, Alemania, Países Bajos, Canadá y España.
Los dos finalistas de ese playoff avanzarán directamente a los octavos de final de la próxima edición. Entre los seis que queden en el camino (cuatro en cuartos y dos en semis) y los ocho que no superaron la fase de grupos de la semana pasada (Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Chequia, Brasil, Chile, Eslovaquia y Finlandia), se repartirán dos wild cards para octavos y los otros doce serán los que jugarán la clasificación a comienzos de la temporada.