La euforia y pasión futbolera se vio interrumpida por momentos de temor y tensión en la ciudad santafesina de Rosario, donde hinchas del Canalla se congregaron para recibir al plantel y fueron brutalmente reprimidos por la Policía a caballo.
El partido que enfrentará al equipo auriazul y Atlético Mineiro, por la cuarta fecha del Grupo G de la Copa Libertadores 2024, se disputará a puertas cerradas debido a una multa de la Conmebol, según precisó la agencia AFP.
Desde temprano, unos 3.000 seguidores de Rosario Central se congregaron en el Parque Alem, en la ciudad homónima, a la espera del paso del ómnibus que trasladaba al plantel del Canalla hacia el estadio Gigante de Arroyito.
Ante la imposibilidad de ingresar en el estadio, los hinchas decidieron apoyar al equipo en la ruta al recinto, pero fueron desalojados por la policía montada a caballo con balas de goma y gases lacrimógenos, y ante la represión, los fanáticos reaccionaron y les arrojaron proyectiles y piedras a los uniformados.
Este encuentro se realizará a puertas cerradas, ya que la Conmebol sancionó al club auriazul con multas y la obligación de jugar sin público este encuentro, luego de los incidentes que sus hinchas protagonizaron frente a Peñarol en la primera fecha, en el que arrojaron una valla metálica a los hinchas del Manya.
En el mismo cotejo, el jugador Maximiliano Olivera, de Peñarol, fue agredido con un piedrazo arrojado desde la parcialidad de Central, por lo que Conmebol dispuso la suspensión del estadio por una fecha, una multa de 50.000 dólares y la inhabilitación de parte de la tribuna popular rosarina para el cotejo de la quinta fecha contra Caracas.
El hincha que le arrojó la piedra a Olivera fue identificado, detenido por la policía, y demandado por los delitos de “lesiones leves agravadas por ser cometidas en un espectáculo deportivo”, y será llevado a juicio, más la prohibición de asistir a partidos dentro de Argentina por un período de dos años.