Independiente logró un triunfo trascendental en Avellaneda y encaminó la clasificación a octavos de final de la Copa Sudamericana. El Rojo superó 1-0 a Bahía y se trepó, en soledad, a la cima del Grupo B. Ahora, depende de sí mismo para lograr el pase a la próxima instancia.
Independiente entró al partido con la decisión de adueñarse de la pelota y adelantarse en campo rival. En la mayor parte del primer tiempo lo logró, dominando y manejando los hilos del juego pero, sin embargo, hubo un denominador común: no estuvo fino en la puntada final.
Los de Avellaneda llegaron a tres cuartos de cancha con mucha frecuencia, sobre todo a partir del tándem por el sector derecho entre Fabricio Bustos y Sebastián Palacios, quien con un remate de afuera, que no tuvo una buena respuesta del arquero Douglas Friedrich, firmó la única ocasión para el Rojo.
Por su parte, Bahía no se interesó por la posesión del balón pero fue más profundo que el local a la hora de generar situaciones de peligro. Primero, avisó con un cabezazo de Gilberto a los 11´ y minutos después generó la chance más clara en una buena jugada que Thaciano definió por arriba del travesaño.
Desde el inicio de la segunda mitad la historia fue otra: con la salida de Lucas González, Independiente perdió el manejo de la pelota y el visitante empezó a dominar las acciones, llegando varias veces a ocasión de gol. Aun así, con un cabezazo, Juan Manuel Insaurralde estuvo cerca de poner el primero para los de Julio César Falcioni.
Con el correr de los minutos, El Tricolor generó varias chances de concretar la apertura del marcador. A los 59´, tuvo la más clara en la cabeza de Juninho, luego de una mala salida de Sebastián Sosa.
A falta de 15´ para el final, el partido tuvo mayor paridad, pero gracias a una pelota parada Independiente encontró el 1-0: A los 82´, tras un centro de Alan Velasco, Thonny Anderson chocó con el arquero Friedrich y, en contra, terminó decretando la victoria del local.