Luana Alonso, nadadora paraguaya que decidió retirarse hace unos días tras quedar eliminada en los 100 metros mariposa en los Juegos Olímpicos de París 2024, fue noticia en el mundo y no por su prueba en la que terminó sexta tras hacer un tiempo de 1:03.09.
“Tuve sentimientos encontrados porque no me fue como yo quería, para poder terminar mi carrera a gusto, pero estoy feliz de que mi última competencia sea en unos Juegos Olímpicos”, dijo Alonso a The Associated Press.
Su retiro prematuro fue solo un punto de la información que realmente popularizó a la joven de 20 años, puesto que, tras ser eliminada y abandonar las piscinas decidió abandonar de manera temporal la villa olímpica.
Durante unos días, Alonso se dedicó a conocer lugares de Francia y al regresar a este sitio, le pidieron que abandonara las instalaciones, ya que no pertenece a la delegación paraguaya.
En su tiempo de recreación, una de las deportistas que más llamaron la atención por su talento, belleza y carisma, mostró en redes sociales sus dotes para posar frente a las cámaras y hacer valer sus 170 cm de altura que entendiendo que pesa 60 kilos, son musculatura pura.
De este modo, la estudiante de Ciencias Políticas – motivo por el que abandona la práctica profesional- en la Southern Methodist University de Dallas, tuvo que acatar las ordenes de los superiores de su delegación y dejar las inmediaciones olímpicas.
Fue Larissa Schaerer, jefa de Misión del Team Paraguay, quién envió un correo a Alonso solicitando que “haga efectivo de manera inmediata su retiro de la Villa de Atletas”, argumentando que su presencia estaba creando un ambiente inapropiado para el equipo.
Este hecho generó un debate en redes sociales, dividiendo opiniones entre quienes apoyan la decisión del Comité Olímpico paraguayo (COP) y quienes defienden el derecho de Luana Alonso a disfrutar de su tiempo.