Terminaba el Mundial Rusia 2018, Francia levantaba su segunda Copa y el fútbol argentino estaba en llamas. Otro gran fracaso en una cita ecuménica dolía y mucho. El grito de protesta: “Que se vayan todos” retumbaba de Ushuaia a la Quiaca. Las redes sociales explotaban. Los programas deportivos tanto en TV como en radio eran un ring de boxeo. Golpes por doquier.
Tras el alejamiento de Jorge Sampaoli, los popes de la AFA fueron a buscar a técnicos consagrados y con la experiencia de haber vestido la camiseta albiceleste. Los candidatos: Diego Simeone, Marcelo Gallardo (el mejor, lejos) y Mauricio Pochettino. Todas las respuestas tuvieron un “no” rotundo. No hubo chance de negociar absolutamente nada. Los rumores son muchos, pero la ida principal es que ninguno quería trabajar bajo la actual conducción dirigencial del fútbol argentino.
Esta situación abrió las puertas para Lionel Scaloni, entrenador que nunca dirigió un plantel de primera división, sin embargo, llevaba a cabo un proyecto muy interesante junto a Pablo Aimar en los seleccionados juveniles. Es decir que el ex jugador de Newell’s y Estudiantes, entre otros, estaba en el momento y lugar indicado. Arrancó con una especie de interinato pero el éxito en el certamen de L’Acúdia en el 2018, en el cual la Selección Sub 20 se colgó la medalla de oro, le entregó definitivamente la llave de la Selección Mayor. Ese campeonato se tomó como la piedra fundamental para la refundación de las Selecciones Juveniles y la Selección principal.
Obviamente, su designación generó muchísimo ruido, cataratas de críticas y muchísima desconfianza. Pero a Scaloni y su cuerpo técnico (se sumó Walter Samuel), no les tembló el pulso y arrancaron una profunda renovación con jóvenes promesas de nuestro fútbol que brillaban en Europa.
Los buenos resultados en los juegos amistosos le permitieron estar al frente del Seleccionado en la Copa América del 2019, cuando Argentina se calzó la medalla de bronce tras vencer a Chile en el tercer y cuarto puesto. Ese equipo que se topó con Brasil en semifinales, ilusionó a propios y extraños. Messi tuvo otro semblante y hasta se convirtió en un capitán atrevido, picudo, desafiando a la Conmebol y levantando la voz. Ese grito de guerra, para nosotros, vale más que un gol, que un triunfo. Necesitamos siempre tener un caudillo que nos represente. Así nos identificamos de manera inmediata.
Tras esa Copa América, Lionel Scaloni conquistó el corazón de la Pulga y logró el apoyo total de todo el plantel. Por esta razón, el mejor jugador del mundo habló con Chiqui Tapia y le exigió su continuidad en el cargo. Así, Scaloni continúa al mando de la Selección Mayor durante las Eliminatorias para Qatar 2022 y ahora está disputando su segunda Copa América.
Todos los números de la era Scaloni en la Selección Nacional
Hasta el momento, la Selección bajo las órdenes de Lionel Scaloni, ha disputado 28 encuentros, de los cuales 15 fueron en partidos amistosos; 6 por Copa América y 6 por Eliminatorias. Resultados: 15 victorias, 9 empates y 4 derrotas, con 50 goles a favor y 22 en contra.
El mayor logro de Lionel Scaloni al frente de la Selección Argentina
La renovación. Sin dudas, que la medalla de bronce en la Copa América 2019 vale y mucho, pero Argentina venía de lograr dos subcampeonatos. En aquella copa en tierras brasileras, el equipo mostró otra imagen. Otra rebeldía. Y apareció la esperada renovación de nombres. Hoy, el plantel cuenta con apellidos como lo de Emiliano Martínez, Montiel, González, Martínez Quarta, Cristian Romero, De Paul, Lo Celso, Molina, Álvarez, entre otros.
¿Quiénes son los jugadores sobrevivientes del Mundial de Rusia 2018?
En el plantel actual de 28 jugadores de la Selección Argentina figuran estos nombres: Armani, Otamendi, Tagliafico, Acuña, Lo Celso, Di María, Agüero y Messi.
La deuda de Lionel Scaloni: el funcionamiento del equipo
Hasta el momento, el funcionamiento es una gran incógnita. En los últimos 15 días disputó tres encuentros. Empató los tres. Fue superior a su rival durante 45 minutos, generando innumerables situaciones de peligro, pero no marcó diferencias y luego lo terminó padeciendo. Falta equilibrio. Sin discusión. Es un equipo al que le gusta tener la pelota. Una de sus mayores virtudes es la posesión del balón; pero cuando no lo tiene sufre y mucho. Su gran déficit: el sistema defensivo. Por ejemplo, por Eliminatorias, falta de Foyth para el tiro libre que le permitió a Chile estampar el 1-1 en Santiago del Estero. Cinco días más tarde, penal infantil e innecesario de Otamendi y otra salida en falso de Foyth que permitieron el descuento y el empate final de Colombia 2-2 en Barranquilla. En el debut de la Copa América, Martínez Quarta salió a anticipar muy lejos, no llegó, dejó expuesto a Otamenti y llegó el penal sobre Arturo Vidal. Desconcentración total, porque Dibu Martínez contuvo el penal, pero el rebote quedó para un hombre chileno y a cobrar.
Y otra falla de Lionel Scaloni en este momento es su propia la lectura de los partidos. Sin dudas, los cambios lo vuelven a poner bajo la lupa. Con dos años de trabajo con la misma base, Argentina ya tendría que tener un equipo consolidado y si en el algún partido un jugador no responde, tiene que bancarlo. Otorgarle confianza. Que sepa, entienda, comprenda y sienta que esa camiseta y ese puesto es suyo. De nadie más. Sin dudas, que con tantos cambios, genera desconfianza, temores y principalmente confunde a todo el equipo.
Argentina muestra una cara en el primer tiempo. Supera a sus rivales. Lo deja contra las cuerdas. Sin embargo, en el segundo capítulo, todo cambia. El DT rival mueve fichas, busca alternativas y logran hacerle daño a nuestra selección. Y es en este momento donde Scaloni no encuentra el rumbo. Sus cambios no son efectivos, se diluye el volumen de juego y la identidad del equipo no se termina de construir.
El próximo rival es Uruguay. Otra gran chance para demostrar la identidad de juego del equipo de Lionel Scaloni. Nuestra selección Nacional.