Josep María Bartomeu estaría prácticamente obligado a seguir como presidente de Barcelona, según informa el diario El Español, más allá de los trascendidos que indican que podría renunciar al cargo si Lionel Messi lo apuntara públicamente a él como el responsable de su salida. El motivo sería económico, ya que debería responder con su patrimonio personal ante las posibles pérdidas del club.
Las reglas del Consejo Superior de Deportes de España son muy claras: en caso de que los números queden en rojo al momento del adiós, la dirigencia saliente tiene que equilibrar las cuentas con su dinero particular, una cuestión que preocupa a los actuales directivos por la baja en los ingresos que generó la pandemia de coronavirus.
El Español agrega que Bartomeu tendría un “colchón de 150 millones de euros como beneficio acumulado” de los balances anteriores, pero para 2020 el club habría dejado de percibir “entre 150 y 200 millones de euros” a raíz del parate total que se impuso para contener el avance del Covid-19.
Esta cuestión no hace más que poner en aprietos al mandamás actual, que así quedaría obligado a tomar uno de estos caminos: o negocia con Messi la salida a cambio de una suma lógica para el mercado, ya sea a Manchester City o PSG, o acuerda con sus opositores presidenciables Joan Laporta y Víctor Font una amnistía a la responsabilidad de las pérdidas.
Por otra parte, existe la chance de que el CSD acepte “una moratoria de los clubes que se rigen por la Ley del Deporte de 1990 y acepte una modificación debido a la situación de excepcionalidad que se vive por el coronavirus”. Es decir, que el Gobierno dé el visto bueno a que Bartomeu y su Junta no respondan con su patrimonio a las pérdidas de este ejercicio. Una posible vía de escape.
Sea cual sea la opción elegida por Bartomeu, con los números bien o mal, ante la inevitable ida del ídolo máximo en la historia culé deberá exponerse al castigo que ya le están ofreciendo los propios hinchas de Barcelona, con masivos pedidos de renuncia.