Tras lo que significaron los dos goles de Diego Armando Maradona en México 86, Argentina volvió a enfrentar a Inglaterra en un Mundial en los octavos de final de Francia 98, instancia en la que el seleccionado nacional pudo superar tras una intensa tanda de penales.
En ese encuentro una de las particularidades que sucedió fue sin dudas el altercado entre David Beckham y Diego el Cholo Simeone, que derivó en la expulsión del jugador inglés, que en las últimas horas reveló que lloró desconsoladamente después de esta expulsión y admitió que se sintió defraudado por sus compañeros de equipo de Inglaterra por no respaldarlo.
Luego de ver el resto del encuentro y la posterior eliminación de su selección por penales, el ex jugador tuvo que regresar a su país e intentar hacer una vida normal, pero en la isla británica no lo recibieron de la mejor manera: “Sabía que sería un momento difícil volver a casa, pero nunca esperé que fuera tan malo como lo fue”, reconoció en una entrevista esta semana en el canal de YouTube The Overlap de su ex compañero Gary Neville, integrante de aquel seleccionado.
“Cuando miro hacia atrás en mi carrera y hablo de arrepentimientos, deseo que eso nunca haya sucedido. Pero por otro lado, si no hubiera sucedido, es posible que no hubiera tenido la carrera que tuve”, confesó y luego recordó: “No creo que haya estado tan conmocionado como cuando salí del terreno y vi a mi mamá y mi papá. Estaba llorando, sollozando incontrolablemente, lo cual es un poco vergonzoso”.
En cada estadio que Beckham visitaba era recibido por miles de ingleses que lo abucheaban e insultaban por su expulsión ante la Argentina. “Cada partido de esa temporada, aparte de cada vez que jugamos en Old Trafford, fue horrible. Cada programa de entrevistas, dondequiera que iba, cada vez que ponía gasolina en el auto, recibía insultos. Ya fuera en Manchester o en Londres, no importaba. Lo que me ayudó a superar esa temporada fueron los fanáticos del United”.
“La mañana siguiente (Sir Alex Ferguson, entrenador del Manchester United) me llamó por teléfono temprano para decirme, ‘¿estás bien, hijo?’. Dije que sí y me emocioné con él. Dijo, ‘No te preocupes, vete y vuelve al club y nos tienes a nosotros’. Eso era todo lo que necesitaba escuchar”, expresó el actual presidente del Inter de Miami de la MLS.
Además reconoció el apoyo de los aficionados de su propio equipo, que sumado al de su entrenador y el de los futbolistas del United, pudo comenzar una nueva etapa en la que los Reds conquistaron la Premier League, la FA Cup y la Champions, un triplete histórico para el club que cerró 1999 con un título del mundo en Japón. Además, él fue elegido como mejor jugador de la Champions League y segundo mejor del mundo por la FIFA, en una votación en la que quedó por detrás de Rivaldo y por delante de Batistuta.