No hay caso, a River le cuesta hacer goles. Sea con los titulares o con un equipo “muletto”, por estas horas sufre su impericia en el arco rival. Anoche, tras 90 minutos de un partido entretenido y con acciones sobre ambos arcos, igualó 0-0 con Defensa y Justicia y ya comenzó a pensar en el choque de vuelta ante Atlético Mineiro, previsto para el próximo martes, a las 21.30.
Defensa y Justicia mostró mayor protagonismo en el inicio del partido, con Molinas como hombre más destacado en la ofensiva. River, con un once alternativo, intentó ser prolijo desde la tenencia, pero no tuvo desequilibrio en el mano a mano y no encontró con asiduidad los espacios. Aparecieron algunas insinuaciones desde la corrida de Solari sobre la derecha, pero no fue profundo.
El comienzo del partido surgió vertiginoso, pero sin situaciones sobre los arcos. La primera parte se jugó en tres tercios de campo y con mucha intensidad. Apenas pasado el cuarto de hora, llegó la acción más clara para la visita: Solari recibió sobre la derecha y lanzó un centro venenoso para la llegada de Mastantuono, que le dio de primera. Bologna se lució achicando y evitando el gol dentro del área chica. El sector derecho de la defensa local era terreno fértil para el Millonario.
La respuesta del Halcón fue inmediata, con dos situaciones muy claras. En la primera, Meritello no llegó a empujar un centro de Rubio y en la siguiente, Molinas exigió al máximo a Ledesma, que terminó adolorido tras salvar milagrosamente el arco millonario.
Ambos propusieron buenas intenciones a la hora del juego, aunque a River le costó más sin la continuidad en el juego Mastantuono y Echeverri.
El cierre de la etapa marcó un dominio del Halcón. La enorme atajada de Ledesma ante Palavecino sostuvo en partido al visitante. Y enseguida llegó una acción polémica, donde Ramírez no sancionó penal de Casco por un codazo a Ramos Mingo.
Gallardo tuvo mucho trabajo para el complemento y no perdió tiempo: adentro Lanzini y Meza; afuera Kranevitter y Echeverri. Mientras, Defensa y Justicia sufrió un cambio radical: Palavecino, que estaba amonestado desde la primera parte por protestar, cometió una dura falta, vio la segunda amarilla y se fue antes a las duchas. Ahora sí, River encontró espacios para correr. Y la de Solari, eludiendo a Bologna para rematar al gol pareció una clara muestra. Sin embargo, Ramos Mingo despejó al córner.
El partido siguió siendo entretenido, con buena predisposición de ambos equipos para atacar. Defensa y Justicia encontró espacios para jugar entre los centrales visitantes. Y Ledesma fue el gran responsable del cero en su arco.
Para el último cuarto de hora, el Millonario inclinó la cancha, comenzó a jugar más tiempo en campo rival y predispuso al local a salir rápido de contragolpe. Sin embargo, por la actuación de los arcos y cierta imprecisión en la definición, el marcador no se movió y repartieron puntos en un entretenido partido.