El hombre todavía no había pisado la luna cuando en el estadio Feliciano Gambarte se hizo la luz por primera vez. Fue el jueves 6 de febrero de 1969 por la ida de la Copa Argentina (antecesora de la actual), un flamante certamen federal con carácter eliminatorio del que participaron 32 equipos. El Tomba se había ganado el derecho a acceder al flamante certamen porque ostentaba el privilegio de ser el vigente campeón de la Liga Mendocina de Fútbol. En noviembre de 1968, tras vencer a Talleres 1-0 , había terminado en lo más alto del torneo doméstico, con dos puntos más que Atlético Argentino, el subcampeón.
En la crónica de anuncio del encuentro, Los Andes destacaba el “esfuerzo encarado por los directivos godoycruceños, no solamente en cuanto a mejorar el plantel futbolístico, sino en lo que hace a complementar a su estadio con una obra de real importancia: la iluminación”.
El partido quedó en la anécdota. “Chacarita ganó por 3 a 1. Godoy Cruz fracasó en la segunda etapa”, tituló este matutino.
Godoy Cruz formó Mario Deomar Fariz; Carlos Ramón Montagnoli, Alberto Castro, Juan Carlos Pereyra, Jorge Núñez, Enrique Osvaldo Brico, Juan Carlos Forti, Hugo Manuel León, Jorge Santilli, Ignacio Santa María, Alberto Roldán. El técnico del Tomba era Miguel Ángel “Cholo” Converti y el gran Héctor Osvaldo “Chalo” Pedone fue el arquero suplente esa histórica noche. En la segunda etapa, 45′ José Calderón reemplazó a Castro.
En tanto, Chacarita, que en julio de ese 1969 se consagraría campeón del Metropolitano de Primera División de AFA, alistó a: Eliseo Jorge Petrocelli; Jorge Alberto Gómez, Alfredo Gualterio Ortíz, Ángel Hugo Bargas, Franco Frassoldatti, Luis Leonardo Recúpero, Raúl Alberto Poncio, Juan Carlos Puntorero, Ángel Alberto Marcos, Oscar Amarilla, Juan Antonio Gómez Voglino. En el complemento, Horacio Newmann sustituyó a Gómez Voglino.
Jorge Núñez abrió la cuenta para el Tomba a los 13′ de juego, pero Recúpero igualó a los 19′ de la primera etapa. En el segundo tiempo, Poncio igualó a los 27′ y Marcos puso cifras definitivas a los 44′. A los 27′ de la primera etapa, el arquero del Funebrero, Petrocelli, le atajó un penal a Castro, sancionado por foul de Frassoldatti contra Brico.
Por supuesto, eran tiempos en los que el público concurría masivamente a los estadios. No había ningún virus maligno que lo impidiera. Según lo que informó oficialmente la Liga Mendocina de Fútbol días después, se recaudaron 2.054.900 pesos. “Populares casi llenas alientan sin duda, empresas tan serias como la que Godoy Cruz afrontó con las obras de iluminación de su hermoso estadio”, elogiaron los cronistas de la época.
“Insólito espectáculo vivieron los vecinos del estadio. Las altas torres luminosas llegaron hasta los patios refrescantes de todo el vecindario. Y hubo así, en serio, ahorro de energía”, describe una de las apostillas. Sí, algo así como lo que sucederá esta noche en el barrio.
“De tal manera, la brillante iluminación del estadio departamental (todavía no era bautizado con el nombre actual), comenzó su historia con una derrota para el equipo de la casa. Sin embargo, la derrota no debe interpretarse sino como una primera esperanza frustrada. Ya está abierta otra, la de mañana”, se lee en la edición de Los Andes del sábado 8 de febrero. Es que tres días después del encuentro de ida, el domingo 9 de febrero, tombinos y funebreros volvieron a verse las caras otra vez en el Gambarte. Bajo el arbitraje del excéntrico Guillermo Nimo, Chaca volvió a imponerse por 3 a 2 y clasificó a la segunda rueda del certamen. Juan Carlos Punturero, el “Tanque” Newmann y Oscar Amarilla conquistaron los goles de la visita, mientras que Jorge Santilli y Miguel Albarracín igualaron dos veces transitoriamente para el Expreso.
Un cero a cero con pocas luces
“Para que se haga la luz debe haber más osadía”, analizó el colega Hugo Héctor Fuentes en la cabeza de la página 4 del suplemento MÁS Deportes del día sábado 23 de abril. Sí, un día como hoy pero hace exactamente 16 años. Un par de días antes, el jueves 21, Godoy Cruz había protagonizado un soporífero empate sin goles ante Chacarita en un partido por la duodécima fecha del Torneo Nacional B que dio comienzo a las 20:30 en el mítico Feliciano Gambarte. Fue apenas dos fechas antes del que había sido el último partido ante Tiro Federal de Rosario, el 18 de junio de ese 2005.
El equipo dirigido por Juan Manuel Llop volvía a hacer de local en su estadio luego de un par de meses. Sin embargo, según analizó Fuentes en su crónica, a pesar de crear las mejores situaciones de riesgo, el equipo de Llop no pudo doblegar a Chacarita porque extrañó demasiado “el buen estado del campo de juego del Malvinas”, algo que luego fue ratificado por el propio “Chocho” en zona de vestuarios. “Cuando no tenés buen piso perdés la precisión en los últimos metros y todo se complica. Por eso tuvimos que recurrir a otro tipo de juego para tratar de ganar el partido”, declaró el DT que un año después subiría por primera vez al Tomba a Primera División.
Esa noche histórica, el Tomba formó con: Diego Pozo; Gustavo Lillo, Leonardo Gómez, Jossimar Mosquera y Darío Salomón; Mariano Torresi, Leopoldo De la Vega, Hernán Maisterra y Enzo Pérez; Matías Gigli y Leonardo Iglesias. En el complemento ingresaron Daniel “Tanque” Giménez, Fabricio Sánchez Varela y Javier “Saviolita” Castro.
Con el empate, el Expreso quedó tercero, pero a seis puntos del líder Gimnasia y Esgrima de Jujuy, que jugaba el domingo. El otro representante mendocino en ese certamen era el Atlético Club San Martín, que ese fin de semana visitó a Ferro con derrota por 2 a 0.
Chacarita, por su parte, deambulaba en mitad de tabla y era dirigido por un campeón del mundo en México 1986: Néstor Clausen. Y en el equipo de San Martín se destacaban algunos nombres como el defensor uruguayo Leonardo Ramos (que luego ascendió con Independiente Rivadavia), Ignacio Piatti, Facundo Parra y Esteban Herrera.
Después de ese juego, Godoy Cruz jugó otros tres partidos en el Gambarte. Aunque todos fueron en horas de la tarde: San Martín de San Juan, Nueva Chicago y Tiro Federal. La historia posterior es archiconocida: se mudó definitivamente al Malvinas Argentinas y la Bodega fue quedando relegada hasta lucir un estado de abandono casi total. Hasta que en 2013 comenzó a gestarse una movida entre hinchas, socios e integrantes de agrupaciones que culminó con este apurado regreso al barrio en tiempos de pandemia. En consecuencia, esa fue la última vez que se encendieron los reflectores de la vieja iluminación del Gambarte, un estadio que esta noche (a las 21.15 ante Central Córdoba de Santiago del Estero) volverá a brillar como el resplandor de una estrella en medio de la oscuridad. El Tomba sigue haciendo historia. Del barrio, al mundo...