El exbasquetbolista Juan Pablo Sánchez, de apenas 37 años, con recordados pasos en la Liga Nacional por Peñarol y Quilmes, falleció este miércoles por la tarde en esta ciudad por un paro cardíaco en la puerta de la Clínica Colón, adonde había ido a atenderse minutos antes por un cuadro de vómitos.
Según amigos suyos, el mendocino, radicado hace más de dos décadas en Mar del Plata, se sentía mal desde el martes, con dolor de garganta y malestares estomacales. Este miércoles se sintió mejor por la mañana y hasta pensó en ir a trabajar. Pero lo pensó mejor y se quedó en su casa. Cuando reaparecieron los vómitos, fue a atenderse a la Clínica Colón, donde le aplicaron una inyección de Reliveran. Cuando se retiraba de ese establecimiento, se produjo el deceso.
Sánchez, un ayuda base muy prometedor en su etapa formativa, llegó de Mendoza para jugar en Unión reclutado por el entrenador bahiense Daniel Frola. En el club de la calle 9 de Julio sobresalió nitídamente en la categoría cadetes y fue reclutado por Peñarol en el año 2000.
El “Negro” Carlos Romano lo hizo debutar en la Liga Nacional en la temporada 2000/2001 y en Peñarol estuvo tres temporadas. Cuando se terminaba el préstamo de tres años, el club “milrayitas” no estaba en condiciones de pagar lo que pretendía Unión por el jugador y terminó recalando en Quilmes.
En el club de Luro y Guido, gracias a su capacidad atlética y apego a la defensa, realizó lo mejor de su campaña en la Liga Nacional. Más allá de su rendimiento deportivo, siempre dijo que le estaría toda su vida agradecido a Quilmes por haber conocido a Agustina, su esposa y la madre de sus dos hijas, hija a su vez de una gloria quilmeña como el gran Guillermo García Oyaga.
“Juampi” jugó en Quilmes hasta la temporada 2006/2007. Luego pasó por Independiente de Neuquén, Lanús y Boca. Muy joven, en el año 2010, decidió dejar el básquetbol profesional por sus reiterados problemas físicos en las rodillas. Esporádicamente siguió la actividad en el ámbito de la Asociación Marplatense, donde en los últimos años jugó para Sporting, Unión y el IAE Club.
En estos últimos diez años había descubierto su otra pasión: la cocina. Y se encargaba de ella con todo entusiasmo en Santa Rita, el restaurante de su suegro, donde solían visitarlo los muchos amigos que cosechó en el básquetbol. El “Negro” Sánchez no tenía contra. Humilde, tímido y sencillo, no había persona que pudiera decir algo malo suyo. Fue un gran basquetbolista y un pedazo de pan. La noticia de su deceso consternó a todo el ámbito deportivo marplatense.
Profundo dolor causó en el mundo del básquetbol la inesperada muerte este miércoles de Juan Pablo Sánchez, quien en Mar del Plata había jugado Liga Nacional con Peñarol y con Quilmes, pero también pasó por otras instituciones de la ciudad como Unión, Sporting y el IAE.
Fuente: Diario La Capital