El dueño del Chelsea FC le indicó a los miembros del Raine Group que se puso a la venta el Chelsea FC y el dinero irá para las víctimas del conflicto entre ucranianos y rusos.
“Di instrucciones a mi equipo para que establezca una fundación benéfica a la que se donarán todas las ganancias netas de la venta”, aseguró.
“La fundación será en beneficio de todas las víctimas de la guerra en Ucrania”, dijo Abramovich en un comunicado en el sitio web de Chelsea.
Entre los posibles compradores aparece la figura de Hansjoerg Wyss, un empresario suizo, y el titular ruso recibió una oferta para comprar Chelsea el martes, junto con otros tres posibles compradores.
Los asesores de Abramovich en Raine Group buscan ofertas de al menos 3.000 millones de libras (4.000 millones de dólares) por el club, informó Sky News anteriormente, tal reproduce Bloomberg.
Este comunicado se difundió luego del reclamo que hizo hoy el líder laborista británico, Keir Starmer, al primer ministro, Boris Johnson, para que le imponga de inmediato sanciones, así como al resto de los millonarios aún exentos de las penalizaciones gubernamentales en el Reino Unido.
En la sesión semanal de control al Gobierno en la Cámara de los Comunes, a la que asistió el embajador ucraniano, Vadym Prystaiko, Starmer preguntó al líder conservador “cómo es posible” que hasta ahora no se haya castigado a Abramóvich y a otros magnates con propiedades y negocios en este país.
El Gobierno británico en su intento de poner fin a la escalada de tensión en Ucrania impuso la semana pasada sanciones a bancos y millonarios rusos cuya importancia es estratégica para el presidente Vladimir Putin.
El empresario ruso, de 55 años y dueño de una fortuna personal que según la revista Forbes es de 16.000 millones de dólares, niega tener vínculos con el presidente ruso, pero vende el club londinense y su casa de 267 millones de dólares, también en la capital británica, entre otras propiedades.
De acuerdo al diario británico Daily Mail, Abramovich nunca tuvo la ciudadanía del Reino Unido e hizo su fortuna vendiendo activos comprados al estado cuando la Unión Soviética se desintegró.
El último que apague la luz
Los empresarios que hicieron fortuna con los negocios que florecieron tras la caía de la Unión Soviética y que alcanzaron fama internacional cuando, a fuerza de millones, se involucraron en el negocio del futbol del Reino Unido, aparecen hoy en retirada, intentando perder parte de su capital por las sanciones británicas a Rusia y sus aliados tras la invasión a Ucrania.
Otros de los que están con la mira es Alisher Usmanov, pasó repentinamente a ser ahora un indeseable en el Everton, otro de los clubes de la Premier League, que hoy anunció que “suspendía” sus acuerdos de patrocinio con USM, Megafon y Yota, tres de las empresas en las que el magnate ruso-uzbeco tiene una participación importante.
Tras vender su participación en el Arsenal, Usamov se había convertido en uno de los principales apoyos del Everton, que fue comprado en 2016 por el iraní Farhad Moshiri, con el que estuvo asociado.
El centro de entrenamiento de los “Toffees” pasó a llamarse USM Finch Farm y Usmanov también tenía una opción exclusiva por 30 millones de libras (40 millones de dólares) para dar al nuevo estadio en construcción el nombre de una de sus empresas.
Según consignó el medio, los funcionarios de inmigración tienen instrucciones de hacer que le resulte imposible instalarse en el Reino Unido.