El exfutbolista brasileño Dani Alves será juzgado en España del 5 al 7 de febrero por la presunta violación a una joven en un boliche de Barcelona a finales del año pasado, según anunció el tribunal barcelonés competente.
La Fiscalía española solicitó a finales de noviembre una pena de nueve años de cárcel para Dani Alves, de 40 años, quien se encuentra en prisión provisional desde enero pasado por estos hechos. En el escrito de conclusiones provisionales, el Ministerio Público pidió la pena mencionada y además una indemnización de 150.000 euros (163,000 dólares) para la víctima por un presunto delito de “agresión sexual con penetración”.
La Fiscalía también solicitó otros diez años de libertad vigilada para Alves, una vez cumplida la pena de cárcel, así como la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima durante ese período.
El exdefensor de la selección brasileña, Barcelona, PSG y Sevilla niega la presunta violación, que habría ocurrido en un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona en la madrugada del 31 de diciembre de 2022. Alves se encuentra en prisión a unos 40 km de Barcelona desde el pasado 20 de enero, tras su primera declaración ante la jueza de instrucción.
Tras conocerse en ese local, que el futbolista ya había frecuentado, Alves habría invitado a la joven a entrar en otra área exclusiva donde estaba el pequeño lavabo, que ella desconocía.
Allí, según la Fiscalía, el exjugador habría mostrado una “actitud violenta” hacia la joven, a la que agredió y forzó a mantener relaciones sexuales, pese a su resistencia.
La víctima, que tras recibir atención médica aquella noche acabó denunciando los hechos el 2 de enero, padece en la actualidad “un trastorno de estrés postraumático de intensidad globalmente elevada” por el que se encuentra en tratamiento, de acuerdo con la Fiscalía.
Alves, que inicialmente negó conocer a la chica, cambió varias veces de versión en este tiempo, pero acabó admitiendo que habían mantenido relaciones, aunque consensuadas, según fuentes cercanas al caso.
La justicia española denegó en varias ocasiones la libertad provisional a Alves alegando, entre otros motivos, el riesgo de fuga.