El mundo del tenis no es el mismo desde el retiro de Roger Federer. La leyenda suiza, que ganó 103 títulos, entre ellos 20 Grand Slam, le puso fin a su carrera en septiembre del 2022 debido a sus serios problemas físicos que no le permitían exhibir su juego virtuoso y elegante. A casi un año y medio de aquella última vez, este jueves compartió un enigmático mensaje que sorprendió a todos los fanáticos.
A través de su cuenta de X (ex Twitter), en la que acumula más de 12.6 millones de seguidores, Su Majestad hizo un posteo y causó furor. Si bien no incluyó ningún anuncio, llamó la atención por los emojis que aparecieron. Una flecha de “próximamente”, un árbol y unos ojos bien abiertos...
Si bien muchos seguidores fantasearon con que Federer se estaría preparando para volver al tenis en la próxima Navidad, muy cerca del inicio del Australian Open, lo cierto es que no tardó en aclarar su publicación.
Minutos después, el nacido en Basilea citó un video de Dartmouth, una universidad privada en Nuevo Hampshire, Estados Unidos, y anunció que dará el discurso de graduación para sus alumnos: “Gracias @dartmouth por la invitación y el increíble honor de pronunciar el discurso de graduación ante la promoción de 2024″. El árbol, de hecho, es el logo del prestigioso centro educativo.
Vale remarcar que hace poco, el propio Federer explicó que no extraña el tenis: “Me siento realmente aliviado, si eso tiene algún sentido. Quiero decir, los últimos años han sido difíciles con mi rodilla. Podías sentir que el final se acercaba. Entonces, cuando todo está dicho y hecho y has superado la línea y estás oficialmente retirado, respiras profundamente y dices: ‘Guau, está bien, eso estuvo bien’”.
Y agregó en diálogo con GQ Sports: “En ese momento, estaba sufriendo. Porque sabía que iba a ser difícil. El momento del retiro en Londres, todo lo que llevó a ello. Y luego, por supuesto, tienes flashbacks un poco más tarde cuando ves momentos destacados o la gente te pregunta: ‘¿Cómo te sentiste en ese mismo momento?’, y te muestran un punto culminante. Dices: ‘Dios mío, ¿realmente tengo que volver a ver eso?’”.