Apenas pisó el campo de juego, Lucas Pratto fue ovacionado por todo el Monumental. Y se vivieron momentos de mucha emoción que quedarán grabados a fuego en la memoria del delantero que hoy defiende los colores de Vélez.
El reconocimiento no podía ser menor: el Oso fue el autor de dos de los goles más gritados de la historia de River: uno en la Bombonera, en la final de ida de la Libertadores de 2018 que finalizó 2-2, y otro en el inolvidable 3-1 de Madrid.
“¡Olé, olé, olé, olé, Osoooo, Osoooo!”, fue el primer cantito que bajó con fuerza desde todos los rincones del estadio, mientras los hinchas se rompían las palmas para aplaudirlo. El atacante de 33 años se acercó a la platea y levantó la mano derecha para saludar a los fanáticos.
Luego de saludar a los fanáticos, Pratto se acercó al banco de suplentes y se fundió en un fuerte abrazo con Marcelo Gallardo. Fue en ese momento cuando el repertorio de la tribuna fue música para sus oídos. “¡Tomala vos, damela a mí, el que no salta, murió en Madrid!”, se oyó.