Diego Schwartzman salió a la cancha y nuevamente fue derrotado. En esta oportunidad, el tenista argentino, ubicado en el puesto 37° del ranking, batalló durante tres horas y seis minutos de juego, pero no le alcanzó y cayó ante el chileno Nicolás Jarry (87°) por 6-4, 4-6 y 7-6 (2). De esta manera, el Peque se despidió en octavos de final del ATP 250 de Santiago. “Fue brutal”, afirmó.
El presente del bonaerense está lejos de ser el ideal, de hecho, se trata de uno de los momentos más delicados que atraviesa en su carrera. La falta de confianza continúa afectando al jugador de 30 años, quien supo ser ocho del mundo. Si bien levantó su nivel respecto a sus últimas presentaciones, el albiceleste ganó un set, pero no le bastó para hacerse con la victoria.
Después del encuentro, Schwartzman dialogó con la prensa y elogió a su rival de turno, quien se citó en cuartos de final frente al alemán Yannick Hanfmann. “(Jarry) Jugó bien y la verdad que el final del partido fue muy bueno de su parte, viene con confianza, jugó un tie-break impresionante y ganó el partido. Lo hizo muy bien”, expresó el tenista argentino, quien registra 13 derrotas en sus últimos 14 cotejos.
“Fue un partido que podría haber ganado, tuve un game de tensión que él lo aprovechó en el final del tercer set y en el tie break jugó espectacular. Fue un partido parejo, fui quiebre arriba en los tres sets. La sensación personal fue mucho mejor que en los otros torneos; estuve cerca”, añadió Diego tras obtener su primera caída frente a Nicolás Jarry en el historial.
El mal momento de Diego Schwartzman
Por último, Schwartzman remarcó: “La cantidad de insultos que recibí fue brutal. Es hermoso estar dentro de la cancha, jugar, que te chiflen, que te digan algo, pero llega un momento en el que es feo, sobre todo cuando salís de la cancha. Cuando termina el partido la gente ya puede bajar las revoluciones, pero me tuvieron que sacar con seis o siete personas de seguridad. Creo que no está bueno”.