Tras una extensa tanda de penales en la que patearon hasta los arqueros, Boca superó a Talleres por 8-7, luego de igualar 1-1 en el tiempo regular, y se clasificó a los cuartos de final de la Copa Argentina. Leandro Brey, que no se había lucido con sus atajadas en la pena máxima, acertó su penal y vio cómo la pelota de Guido Herrera, su par de Talleres, se iba desviada de su palo derecho. De esta forma, el Xeneize será rival de Gimnasia y Esgrima La Plata en la siguiente ronda.
Los 90 minutos, a los que no le faltaron las polémicas arbitrales de Andrés Merlos, terminaron empatados gracias a los goles de Brian Aguirre y Federico Girotti, ambos en los primeros 20′ del partido. En el tanto del Xeneize, la terna omitió que la pelota se había ido afuera completamente tras el desborde del ex-Newell’s. Luego, sancionaron un offside -a priori- erróneo en una jugada que finalizó con una certera definición de Exequiel Zeballos, cuando el resto ya había frenado la marcha por la sanción.
Con toda la responsabilidad sobre su espalda, el Changuito, que había ingresado en el entretiempo por una lesión de Aguirre, abrió la serie con un preciso remate abierto, que Guido Herrera no supo adivinar. Aunquue Cristian Tarragona siguió en la misma senda y aseguró su penal fuerte y al medio, mientras Leandro Brey se la jugaba hacia su izquierda.
Milton Giménez, goleador de Boca en la Liga Profesional con siete tantos, la cruzó a la ratonera derecha del arquero de Talleres y firmó el 2-1 parcial. Ulises Ortegoza, la sorpresa del once titular de Alexander Medina, estuvo muy cerca de errar su tiro, pero el ex-Los Andes no tuvo la fuerza suficiente para desviar el suave remate, que fue levemente hacia su derecha.
Fiel a su calidad, Kevin Zenón la colocó rasante al palo izquierdo del golero que alguna vez fue pretendido por River. Este penal fue crucial porque Leandro Brey acertó la intención de Alejandro Martínez y sentenció la ventaja de Boca por 3-2, que luego ratificó Cristian Lema con una definición abierta digna de un volante creativo. Herrera, nuevamente, se la jugó por el poste correcto, mas no llegó a detener el tiro.
El encargado de ponerle suspenso a la tanda y llevarla al quinto penal fue Juan Portillo, que engañó al joven guardameta del Xeneize. Gracias a su conversión, Herrera se hizo gigante en Mendoza y tapó el remate de Guillermo Fernández, que se irá de Boca en diciembre hacia Fortaleza de Brasil, previa firma de un precontrato. La atajada del arquero de 32 años no fue en vano: Gastón Benavídez fulminó a Brey y llevó la serie al mata-mata.
Ahí fue donde Lautaro Blanco, ciento por ciento jugador del Xeneize, volvió a adelantar a los de Diego Martínez con suspenso: disparo fuerte y al medio que por poco no desvió Herrera. El volante Matías Galarza, por el que el Consejo de Fútbol había negociado largo y tendido para seducir a Genk, continuó en el camino de los aciertos y puso el 5-5.
Jabes Saralegui, que arrancó como suplente y entró en el segundo tiempo, y Lucas Suárez, defensor que fue expulsado frente a River en la Copa Libertadores, tampoco fallaron. El clima en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza se ponía cada vez más espeso.
Justo en la semana en la que avanzó su posible pase a Fenerbahçe, Cristian Medina no tuvo precisión en la definición y su remate terminó en las manos de Guido Herrera. Para su suerte, Kevin Mantilla la tiró por arriba del travesaño.
Aaron Anselmino continuó con el derrotero y su pelota terminó en la dirección de la tribuna popular de Talleres. En esta ocasión, Franco Moyano volvió a repetir la historia y no le acertó al arco.
El Colo Barinaga, que hizo su debut oficial con la camiseta del Xeneize, cortó la racha y demostró su calidad al abrir el pie a media altura. Tras una sucesión de errores, el marcador finalmente quedó 7-6. Y después regresó a las tablas gracias a la ejecución de Ramiro Ruíz Rodríguez.
Cuando ya habían pateado todos los jugadores de campo, Brey tomó la responsabilidad de encarar la recta final de la tanda y no defraudó. Sin embargo, Guido Herrera, que se había lucido con algunas atajadas, la tiró afuera de los tres palos y sentenció el pase de Boca a los cuartos de final de la Copa Argentina.